sábado, 21 de septiembre de 2013

La selección y los premios Planeta. (I)

SE ENCIENDE Y SE APAGA UNA LUZ. 1962.
Siempre digo que se debe jugar igual, con las mismas intenciones e intentando desarrollar el juego con la misma predisposición. Pasa lo que pasa cuando únicamente se interpreta el juego dependiendo de las necesidades o dejándose llevar por el último resultado; hemos perdido: ¡a demostrar quiénes somos y exprimirnos en el próximo partido!, o en su defecto; hemos vencido con autoridad: ¡vamos a dejar de pisar el acelerador que no nos hace falta!
Particularmente creo no sería justo atribuirle al jugador ese hábito inadecuado y si a la educación deportiva que ha recibido. Rafael Nadal no es el deportista al que yo más admire, pero en esa faceta es un ejemplo único en el mundo, que sirva como tal y demos gracias a la educación deportiva que le han dado y a como lo han dirigido...a el no se le apaga la luz.

LA MUCHACHA DE LAS BRAGAS DE ORO. 1978.
Ahora solo falta esperar que se siga mitificando las ausencias en el grupo, adorar al renunciante y dar por seguro que con el todo hubiera sido diferente. Pues yo digo que nunca lo sabremos, y me pregunto, ¿porqué?, ¿porqué hay renuncias?, las hay justificadas para cual, para mi no, y por eso solo echaré de menos a los que no están porque realmente no pudieron.

EL DESCONOCIDO. 1956.
Hace poco que dijo alguien al que muchos lo consideran como uno de los maestros del baloncesto estatal, que el entonces titular del banquillo nacional pensó que "yo con esos no voy" y que se colocó a un funcionario. Hay que estar bien documentado para decir algo así, supongo no es cierto, pero si lo es, me parece una desfachatez. A veces pienso si será verdad que a la hora de dirigir grupos con numeroso porcentaje de estrellas multimillonarias, la decisión acertada va más acorde con elegir a un responsable con capacidad de "gestor de egos" que a un técnico que se adentre un poco más en el  mundo de la estrategia táctica, exigencia en el trabajo y con la experiencia de haberse encontrado con multitud de situaciones en el juego cambiantes en las que hay que tomar decisiones acertadas y además de forma constante. La vida al igual que el baloncesto es total equilibrio y supongo que quizás con alguna muchacha con bragas de oro otro gallo cantaría, yo no lo sé, repito que nunca lo sabremos, lo que creo no es discutible es que el equilibrio en las cosas siempre debe imperar. De todas maneras, quiénes somos para dilucidar respecto a quien es mejor que quien y a propósito de ello sigo sin entender las exageradas y desaforadas críticas e incluso a veces de carácter insolente hacia el seleccionador, una persona que intenta hacer su trabajo. El que piense que el rol de ese puesto es para otro que no esgrime sus iras hacia el.

PASOS SIN HUELLAS. 1958.
Los pasos los podríamos relacionar mas bien con el resultado obtenido a nivel de tanteo, el partido ganado, la clasificación obtenida, la ronda pasada, llegar al cruce de cuartos de final, ganar una medalla (si hemos de hacer caso a la mierda de espectativas que crea el aficionado, esto sigue siendo un juego y lamentablemente tan solo los entrenadores creo lo puedan entender)...las huellas mas bien relacionémoslas al trabajo realizado, los conceptos adheridos, el juego desarrollado, la forma de construir y plasmar una filosofía de juego. Agarrarse a esto supone no tener que estar totalmente condicionado a que se "encienda o se apague la luz".

PEQUEÑO TEATRO. 1954.
Todo el mundo sabe como deben de ser las cosas. Como debemos comportarnos, cuáles deben de ser los valores humanos a desarrollar. Cuando nos damos cuenta que podemos de manera integra, innata y de forma natural mostrar al mundo esa humanidad y dar ejemplo con ello nos encanta hacerlo y además muchas veces a muchos hasta nos gusta que se nos reconozca. En la calle, en el día a día, no te queda más remedio que ser honesto porque el movimiento se demuestra andando y no hablando. En el mundo de la farándula, con la publicidad por el medio y todo lo demás que ayuda a enmascarar la mentira es muy fácil dar muestras de lo que uno no es.

TRES PISADAS DE HOMBRE. 1955.
Llevo todo el día leyendo comentarios que hablan del fracaso del equipo nacional en el Europeo. ¿Qué entendemos por fracaso?, ¿quizás pueda ser la no consecución de un objetivo planteado a corto, medio o largo plazo?, si es así, ¿quiénes son los protagonistas en este caso de crear esas espectativas de triunfo absoluto?, ¿son los mismos que a posteriori critican la no consecución de dicho objetivo?
No recuerdo que ningún jugador reconociera que el único objetivo era conseguir una medalla de oro, si estuviera yo confundido y fuera así, entonces si podríamos estar hablando como menos de decepción, los que no se decepcionan son aquellos que no esperan nada de nadie.
Ahora toma todavía más fuerza y valor aquello que les decimos a nuestros chicos antes de preparar un campeonato:
1. Tener presencia, no dejar pasar esta oportunidad siendo poco generosos en el esfuerzo en todo momento. Formar parte de esto, mostrándose vivo y sin perder la oportunidad cada segundo, minuto, hora de trabajo para que este se desarrolle de la mejor manera posible. Sois uno de los doce jugadores elegidos.
2. Hacer baloncesto. Nuestro objetivo no es conseguir algo que todavía no está a nuestro alcance. Es difícil ganar estando tan solo motivado y deseoso de ganar, hace falta hacer baloncesto, para eso estamos aquí. Esto es un juego, hay que entrenar y practicar, jugaremos mejor un día y seguro peor otros, pero intentando hacer baloncesto, repito, es para lo que hemos venido, para nada más.
3. Enhorabuena por el esfuerzo, enhorabuena por el juego realizado, enhorabuena por la victoria.


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