jueves, 28 de enero de 2016

Aitor, Alberto y Andreu. Esencias de la generación del 95.

Mirando hacia atrás me vienen buenos recuerdos de momentos entrañables relacionados con la oportunidad de conocer jugadores que de una forma u otra llamaron mi atención. Afortunadamente continuo observando el juego desde el prisma que debe mirarlo un entrenador de baloncesto y no como un aficionado tipo de grada.
Debo reconocer haber sido siempre seguidor de algunas generaciones de jugadores tanto a nivel europeo como nacional y es de condición humana conjugar virtudes y pequeñas carencias en los jugadores que llaman mi atención de forma positiva.
Vivimos un tiempo donde este baloncesto moderno está nutriéndose de jugadores que desempeñan el puesto de base sin ser realmente esencia de ello, faltos de jugadores que quieren pasar, ausencia de editores de la lectura y  la dirección, déficit de bases pasadores, y no me refiero solamente a asistentes, sino a jugadores que entienden que el sino del deporte de equipo es el pase de construcción, el pase periférico, el pase que obliga a jugar sin balón y a movilizar la defensa, inicio de la semilla para la anotación conjunta de un equipo. Entender el juego es saber lo que hay que hacer en cada momento y de forma malograda empiezan a amontonarse jugadores en las pistas que creen que solo hay que anotar y lo peor es que creen que el momento para ello  es ya y ahora.
Uno de mis recuerdos pega de lleno en un campeonato de España cadete, donde me llamaron la atención un buen ramillete de jugadores que por aquel entonces tenían 15 años y pertenecían a la generación del '95. De los muchos y buenos jugadores que allí se dieron cita me encontré una gama triple de jugadores con esencia y conocedores del juego, un trío de bases que aún todavía llaman mi atención de forma grata cuando realizan su discurso personal en una cancha de juego.

A Aitor Zubizarreta solo tuve la gracia de contemplar su juego en los campeonatos de España en 2010 y 2011, en campeonatos realizados en Zaragoza y Córdoba respectivamente, donde en ese último se proclamó medalla de bronce defendiendo al País Vasco, curiosamente enfrentándose a Baleares en el partido por el tercer y cuarto puesto.
Aitor nació en Azpeitia durante marzo del año 1995 y sus andanzas formativas la realizó en Iraurgi SB. En la actualidad creo está en su tercer año de periplo por Estados Unidos, decisión a mi gusto muy adecuada para aquellos que desean continuar su formación académica vinculada con la práctica del baloncesto de forma coordinada. Un jugador que ya desde el principio me pareció dotado de una excelente conducta deportiva y de mente muy bien amueblada, algo que iba adyacente también a su forma de entender el juego y desarrollarlo, siendo una de sus mayores cualidades, la capacidad de colectivizar al grupo desde sus tomas de decisiones y su notoria capacidad para ser el máximo exponente de coalición táctica dentro del grupo. Un jugador de esos que llaman la atención sobretodo por su condición táctica acompañada como no del desarrollo inteligente del juego. Espero durante este tiempo haya sido capaz de seguir trabajando técnica y físicamente porque eso le abrirá muchas puertas para que continúe alargando el sueño de convertirse en jugador de baloncesto profesional, aunque estoy seguro que los factores que nutren la verdadera profesionalidad, el siempre he creído las ha tenido.
A Alberto Martín lo conocí más pronto, era el verano de 2007 cuando era su primer año de infantil. Tenía tan sólo 12 años y ya todos los que estábamos en aquella actividad inicial de la FEB en Girona nos dimos cuenta de su capacidad de liderazgo, su carácter, personalidad, madurez y un desparpajo poco normal en un niño con tan corta edad, algo que sin duda son una muy buena dote para su desarrollo en la competición, cualquiera que esta fuera. Actualmente está en la plantilla profesional de UCAM Murcia empezando a intentar hacerse un sitio en la que dicen es la mejor competición del continente. Creo firmemente que como en todos los caminos y más en los dictaminados por el aprendizaje, el proceso de formación es parte muy importante en el devenir de los más jóvenes y estoy convencido que a medida que ese proceso se vaya desarrollando Alberto será una pieza imprescindible en todo aquello que vaya relacionado con el contexto de la competición independientemente de sus virtudes o carencias como jugador. Sin duda el exponente máximo del jugador competitivo y de raza que sin duda es parte esencial en cualquier momento del juego. Jugador muy rápido, de menuda estatura pero con una gran capacidad para entender que esa carencia física desarrolla de forma matemática otras virtudes en el juego más óptimas para su condición. las cuales va afianzando sin duda. Equipos que aspiran a todo, creo siempre estarán sujetos a contar en su plantilla con la parte proporcional específica de jugadores con el corte emocional, de espíritu y voluntad infinita que posee Alberto Martín.
Alberto Martín es nacido en Madrid en marzo del año 1995 y empezó a jugar en el colegio Santa Cristina, de allí pasó al Olimpico 64 hasta que se enroló en el Canoe, club al que pertenecía cuando lo conocí, después Real Madrid y estas dos últimas temporadas pertenece a la disciplina del primer equipo de UCAM Murcia.
Andreu Adrover nació en Mallorca el mes de agosto del año 1995. Empezó en las categorías inferiores del C.B. Campos y del Joventut Llucmajor hasta que a la edad de 14 años se incorporó al Centro de Tecnificación de las Islas Baleares, un programa formativo académico- deportivo de cuatro años de duración. Actualmente juega en el grupo A de la liga EBA en uno de los equipos de la provincia de Zamora. Anteriormente pasó por la disciplina de equipos de LEB Plata como el Palma Air Europa o el Opentach Básquet Pla, así como también en el Giwine Andratx de liga EBA.
A este jugador lo podríamos catalogar dentro del pequeño ramillete de bases puros, y digo esto hablando de habilidades técnicas y tácticas, de entendimiento del juego y capacidad para desarrollarlo de forma adecuada. El único factor contradictorio que se podría encontrar en el con respecto a sus dotes de director del juego son sus carencias de expresión dentro del devenir de un partido de competición, algo que los más entendidos opinan que puede ser un problema en un jugador que ocupa esa posición en el campo. Al margen de opiniones personales, Andreu tiene la capacidad de leer todos los planos del juego, del primero al último. Esta es una virtud que adolece la mayoría de los jugadores de baloncesto y que lamentablemente para el juego colectivo hasta los bases de corte actual también sufren. Muy buen pasador y muy buen dominador de todos los fundamentos técnicos que se puedan desarrollar en el terreno de juego. Máximo exponente de la frase "el dominio inteligente del fundamento técnico se traduce en la capacidad del desarrollo conceptual que da paso a la adecuada expresión táctica". Sin duda un base para la construcción del juego, un jugador imprescindible para el trabajo paulatino que se va sumando semana a semana y mes a mes, buscando como objetivo el desarrollo del buen juego, y no de forma puntual que tenga que ver con el acierto de un día, sino con la construcción del mejor baloncesto como colectivo.


jueves, 14 de enero de 2016

Tenerte presente

Siento que te admiro y debo decirlo.
No sabría concluir que desarrollo de valores en ti admiro de mayor forma…
Si tu dedicación y constancia por lo que necesitas, incluso por encima de lo que te gusta, el esfuerzo por alcanzar tus sueños o la inteligencia que desbordas cuando expresas tus emociones y sensaciones. Gracias por tu extrema sinceridad siempre. 
No creo de forma inteligente que nadie piense con el corazón, se hace creo con otro órgano, pero si es verdad que se hace, tu espíritu en mí  hace que así sea. 

El sentimiento que por ti tengo está carente de ningún mal trago, y si alguna vez preocupas por tú carácter a veces demasiado seguro de si mismo (para los que mejor te conocen y te quieren te atribuyen la etiquetita de "cabezón"), algo que ni si quiera es reprochable por mi, simplemente me parece singular, gracioso y me saca incluso una sonrisa.
Alguien dijo un día que lo más importante siempre son las personas que a tu lado están, las que te acompañan aún estando lejos, las que se sienten como parte de uno mismo, las que te producen bienestar, las que desarrollan valores de buena convivencia y se convierten en quienes quieres o al menos a quienes admiras.  
Porque es eso precisamente lo que me ha permitido valorar lo que el destino puso frente a mí un día durante un partido de baloncesto en tierras gallegas allá por el año 2009. Un ejemplo a seguir se mire por donde se mire y un elenco de información a nivel de conductas que ayuda al aprendizaje de cualquiera para tomarlas, desarrollarlas o en su defecto envidiarlas sin ningún tipo de excepción.

La otra mañana en mi visita a tu hotel tuve una sensación curiosa, una percepción que me hizo sentir en gloria mientras corrías a la habitación para ducharte después del entrenamiento. Me percataba que de forma plural todo aquel que te rodea de forma habitual necesita aunque sea por una misera razón tú participación, tú presencia, tus palabras, consejos y apoyos, da igual el contexto, da igual el momento o la razón.
Diría que esta admiración fluctúa con el cariño que mereces recibir por las personas que de verdad entienden la clase de ser humano que eres,  personas como tú desprenden un halo de saber estar absoluto traducible también en una inmensa sensación de bienestar siempre. 
Te admiro y te quiero amigo porque en la vida hay pocas personas dignas de admiración y no tantas a las que poder querer, y si las hay, la mayoría de ellas fuera de nuestro alcance están.



domingo, 3 de enero de 2016

La esencia del deportista de equipo en contra del ego de la estrella al margen del equipo

























Sé que este jugador se va a convertir en una leyenda del baloncesto mundial, no cabe duda que sus 20 temporadas en la NBA así lo atestiguan. No se puede dudar de su capacidad para desarrollar algunas partes importantes de las que se nutre este juego (otras muchas no), y tampoco pondré en duda su fama, la cual hace que muchos millones de jóvenes  apasionados del baloncesto y comprendidos en una franja de edad determinada se hayan sentido deslumbrados por su jerarquía anotadora allá donde se puso la amarilla, morada y en alguna ocasión blanca camiseta de los Lakers. 
No me gusta Kobe Bryant, no me gusta como juega, nunca me pareció un jugador de equipo, creo que hay que saber diferenciar a los buenos jugadores de los jugadores que saben jugar a esto, además de comportarse de forma digna.
Tendemos a comparar con mucha rapidez a este jugador con Michael Jordan, quizás sean pocos los motivos reales por lo que deberíamos comparar a estas dos estrellas del baloncesto mundial. El tema  es que nunca han comparado a Jordan con Bryant y si a Bryant con Jordan, supongo eso dice menos del laker. Sin duda y de forma directa la primera razón comparativa es el estilo, gestos, movimientos y otros aspectos imitables de Jordan que el escolta de los Lakers ha ido durante su carrera haciéndose suyos, con mucho trabajo, muchas horas de pista y sobretodo cientos de partidos y vídeos visualizados por el anotador nacido en Philadelphia...y es por eso que no podemos señalar a Bryant como un jugador poco trabajador y sin pasión  por el juego, sin duda ama al baloncesto, eso si, creo desde un punto muy personal y estridente, o quizás lo cierto es que ama al baloncesto por el mero hecho de que el lo practica... Otra importante comparación son por supuesto sus números a lo largo de las carreras de ambos, bastante parejos en casi todos los aspectos. Números escalofriantes sobretodo en algunos apartados, escalofriantes para bien y para mal, ya que si estudiamos algunos de esos números llegaríamos a la conclusión de que son traducibles al tipo y perfil de jugadores que han sido (Jordan sólo en una primera etapa de su carrera. Con la llegada de Phil Jackson y la incorporación del que para mi si fue el determinante final para que los Bulls jugaran como equipo ademas de los Pippen, Grant, Rodman...etc, fue sin duda Tony Kukoc al que su entrenador supo utilizar de forma genial tácticamente hablando y creando muchos problemas en los ajustes defensivos de sus rivales y fue en esa etapa donde Jordan entendió a diferencia de temporadas anteriores que el "equipo" tomaba una importancia 100% vital para la consecución de los objetivos. Otros jugadores estrellas  rechazaron esa variación en la mejora de plantilla y continuaron nutriendo y agrandando su ego personal independientemente de tener buenos jugadores a su lado). Esos números tan estratosféricos nunca se han comparado con los números de jugadores como Earvin "Magic" Johnson o Larry Bird, este último con una media por partido en su carrera de 24'3 puntos, 10'1 rebotes y 6'3 asistencias por partido en temporada regular y de 23'8 puntos, 10'3 rebotes y 6'5 asistencias en "playoff"...sin hablar de su porcentaje en tiros de campo, muy superior al de ambos escoltas, algo también muy importante a tener en cuenta en un jugador, por no hablar de otras facetas propias del jugador que sabe jugar a baloncesto en detrimento de los que solo son muy buenos metiendo. 
No es para nada cierto que esté metiendo a Jordan en el mismo saco donde tengo metido a Bryant. Hay muchas diferencias entre Michael Jordan y el resto de estrellas anotadoras del olimpo NBA en estos últimos años. El talento, el trabajo y la humildad, esos son los parámetros no medíbles que podemos tener en cuenta a la hora de comparar a Michael Jordan con otras estrellas de la NBA como Iverson, Lebron James o el propio Bryant. La verdad es que no conozco personalmente a ninguno de ellos, pero creo nos huele a todos que tanto el talento como la capacidad de trabajo son comunes en todos ellos...lo del valor de no sentirse o al menos no mostrar al mundo ser superior en algo, pienso solo es acreditativo al escolta nacido en Brooklyn. (Nunca el mundo hubiera sido tan unánime en catalogar a Michael Jordan como uno de los mejores, sino el mejor, deportista de todos los tiempos sin estar dotado de esa humildad). 
Hace poco escuché a Jordan decir que no le importaba que Lebron James se auto proclamara como el mejor jugador de baloncesto de la historia, Jordan explicaba de forma personal que el jugador importante no es el que destaca en solitario, sino aquel que además de eso, lo hace ayudando a que su equipo gane partidos jugando bien y a partir de ahí, también títulos. Una buena definición dotada de mucha humildad y expulsando el ego personal a favor de la esencia del deporte de equipo, su armonía y el buen juego. 

Pero el egoísmo no es solo el “no pasarla”, existen otros atributos ennegrecidos por parte de jugadores que lo demuestran en su día a día con conductas y actitudes más propias de un ·"dictador" que de un verdadero líder de grupo:

En el año 2012, Kobe Bryant es entrevistado por una radio local de Los Angeles y soltó algunas perlas como estas:
“Fui capaz de ganar un MVP con Smush Parker y Kwame Brown en mi equipo. Tiraba 45 veces por partido. ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Pasársela a Chris Mihm o a Brown?”
“No debería haber jugado en la liga Smush Parker, pero no teníamos dinero para pagar a un base. Así que le dejamos entrar”.
“En el primer partido que jugué con Pau Gasol hicimos un ‘pick and roll’ y le di el balón. Lo cogió y anotó el tiro. Cuando Phil pidió tiempo, me subí en la espalda de Pau y grité de alegría mientras pensaba: ‘Por fin alguien que sabe jugar”.
El primero en saltar fue Smush Parker que acusó de falta de compañerismo. “El baloncesto es un juego de equipo. No es un deporte individual, como el golf o el tenis. Es colectivo. Cuando eres la estrella de un equipo, tienes que hacer que tus compañeros se sientan cómodos. Tienes que hacer que se sientan bienvenidos. Kobe no hacía nada de eso”, afirmó antes de confesar que ‘La Mamba Negra’ no le permitía hablar con él.
“Intenté hablar con el de muchos temas. Me dijo que no podía hablar con él. Que necesitaba ganarme galones antes de poder hablar con él.”.
 “Estoy destrozado” (entre risas) , aseguraba Kobe tras escuchar las palabras de su ex compañero. “Le he vuelto a dar 30 minutos de fama y ahora le deseo la mejor de las suertes. Igual algún día vuelve a la NBA y veremos cómo le va”.
Horas después, Kobe aprovechó las redes sociales para soltar el último golpe a Parker, explicando lo que significa ser el líder de un equipo como los Lakers.
“El liderazgo es responsabilidad. Llega un punto en el que tienes que tomar una decisión. ¿Estás dispuesto a hacer lo que sea necesario para hacer lo correcto para elevar el nivel de los que te rodean? Si la respuesta es sí, ¿estás dispuesto a tomar cualquier decisión, incluso si quedas como un villano?”, publicó Bryant.
“Aquí es donde reside la responsabilidad de un líder. A veces debes priorizar el éxito de tu equipo por encima de tu imagen. Prefiero ser recordado como un ganador que como un buen compañero”.
“No tengo nada que ver con la gente perezosa que culpa a otros por su falta de éxito. Los éxitos vienen del trabajo duro y el esfuerzo y para eso no hay excusas”Así fue una de las tantas de Bryant, a su favor, hay que mencionar (aunque también es un acto con bastante postureo de por medio) cuando fué nombrado MVP de la regular season en la temporada  2007/2008.
La rueda de prensa estaba rodeado de sus compañeros, entrenador y directivos, simbolizó la nueva realidad que él mismo vivía como profesional y persona, intentando dejar atrás la imagen de egocentrísta, prepotente y alejado de todo lo que fuese el compañerismo dentro y fuera del campo.
«Es un trofeo que nunca hubiese podido ganar por mi mismo», declaró Bryant. «No tengo suficientes gracias para darles a estos que son mis compañeros y hermanos».
En ese caso el jugador de los Lakers hizó referencias  directas a jugadores como Pau Gasol, al base Derek Fisher, Farmar o Vujacic.
En los tiempos más actuales y en una red social, en los primeros días de Marzo de ese 2014, Kobe Bryant dejo de seguir en Twitter a todos sus compañeros de Los Angeles Lakers, incluyendo a Pau Gasol (al que luego volvió aceptar).
Obviamente creo que cada uno es libre de elegir a quién tiene de amigo o a quién sigue, pero también, dice mucho esta actitud “tan selectiva” del astro.
También en marzo de ese mismo año, tras una muy mala racha de los Lakers le soltó un buen directo al joven  Nick Young: “No le hablo a jugadores que están a 20 partidos del 50% de victorias”.
Razones quizás no le faltaban para enfadarse con el equipo y alguno de sus miembros, pero quizás las maneras , como es habitual, en estos menesteres no fueron las más idóneas.
Seguimos en Marzo del 2014 y en las derrotas que iban sumando los Angelinos, y Kobe Bryant aupando a sus compañeros de equipo con frases como: “Obama podría jugar en la actual plantilla de los Lakers”. La ácida broma de Kobe provocó una reacción inmediata en las redes sociales donde muchos aficionados le acusaron de ser mal compañero por mostrar tan escaso respeto por el resto de su equipo.

Ahora nos situamos en finales de este verano pasado, Agosto. Chris Ballard realizó un escrito para Sport Illustrated sobre Kobe Bryant, el artículo en si, tocaba muchos temas, pero resaltó sobretodos uno. La manera como su nuevo compañero Steve Nash se refería a Kobe en un documental sobre su vida que está realizando Gotham Chropa para Showtime (TV).
Durante la producción de este documental, el señor Chopra entrevisto a un sin numero de los compañeros de equipo, actuales y del pasado, y le pidió que describieran a Kobe Bryant utilizando solo tres palabras, muchos contestaron de manera similar, ‘Un gran competidor’, ‘Instinto de asesino’,  pero cuando Chopra le pregunto a Steve Nash, este dijo: “Son of B...” (Un Hijo de……) Tampoco se sabe exactamente en que tono (suponemos de forma un tanto irónica) se refiere el base a su compañero de equipo, pero obviamente soltar eso, deja entrever muchas apreciaciones sobre este. Esta claro que Kobe es super intenso, en los entrenamientos, partidos , etc..  Que no siempre se lleva bien con todos, su espirito competitivo, inigualable deseo de salir triunfador, le ha generado que muchos de sus compañeros tengan esas palabras sobre él, es más, Scottie Pippen, el que fuera compañero de equipo más famoso de Jordan, se refiere a las malas caras de Jordan en su primera época hacia sus compañeros como “haciendo de Kobe” en el libro “Dream Team” de Jack McCallum.

Y para concluir la recopilación de declaraciones, pondré la encontrada en el libro "¿Me Puedo quedar tu camiseta?” del ex jugador Paul Shirley (ahora escritor y redactor en prensa escrita) por lo divertida en lo que se refiera y lo irónica y graciosa como está contada:
Shirley, pívot de 2.08, buscavidas de la liga, hizo 3 semanas pre temporada con los Lakers, y en algunas páginas de su libro hace estas  genuinas referencias al astro: -“Tenia seguridad propia hasta cuando entrenábamos, y sus guardaespaldas (nótese el plural) no le dejaban ni a sol ni a sombra. Sentía la tentación de acercarme y preguntarle pero  mi reticencia a hacerlo se basaba en la experiencia de un entrenamiento en el que Bryant me había puesto un tapón y me había tirado al suelo. (Seguro que fue culpa de mi mala coordinación, no porque me hiciese falta). Me encontré a los pies de  mi némesis (castigo o venganza), con sus piernas colocadas cerca de mi sección central, y estalló en un ataque de rabia contra la desfachatez de mi patética tentativa de hacer un lanzamiento a canasta. Las frases que utilizó incluían las siguientes palabras: puta!, nunca lo intentes, débil, mierda...tirar aquí!. No recuerdo muy bien el orden en el que las utilizó y lo hizo abarcando su zona genial  con su mano derecha. Me quedé desconcertado… No tenía ni idea de porqué se había sentido tan amenazado como para gritarme así. Después de todo yo era únicamente un tipo blanco que probablemente sería el primer descarte. Si tuviese una máquina del tiempo volvería y le daría un puñetazo . Eso o una buena patada en esos testículos que aquel día se abrazó”.

Kobe Bryant, fantástico anotador, aspirante a ganar siempre y  todo a costa también de todo, líder (para mi negativo) con una sed de destacar muy grande, quizás demasiado grande, y como se ha visto en este “homenaje” al jugador, un tipo que desmerece a los que crean que no están en sintonía con el, a su nivel, o que no aceptan su forma de ser. Algunos lo verán bien,  otros mal, pero por eso Kobe Bryant no deja indiferente a nadie y que su juego dentro de un equipo y otros factores que deben habitar en un buen deportista carecen en el...sus actitudes y palabras hablan por si solas.

Hace algunas fechas el entendido en baloncesto de élite Antoni Daimiel se expresaba en su espacio "Daimiel Confidential" con algunas opiniones de lo que envuelve al escolta de Philadelphia en relación a la tremenda suma de estrategias publicitarias y de marketing por parte del entorno del jugador para ensalzarlo y endiosarlo en detrimento de la propia franquicia, una de las más exitosas y famosas de la historia del deporte mundial...una pena.



Llevo un tiempo intentando conseguir que los jugadores a los que entreno en formación y durante el trabajo de 1x0 (fundamentos técnicos) y luego en el de 1x1 (toma de decisiones tras lectura), logren desajustar y rebasar a su defensor por medio de algunos conceptos a trabajar como utilizar los tipos de bote sin repetirlos o arrancar cada vez que se cambie de mano y sentido, cambiando de ritmo y finalizando o iniciando otro gesto pertinente al más puro estilo "Chacho" Rodríguez, Stephen Curry, Jordan, Abrines, Navarro, Rudy Fernández, Kyle Kuric, Andy Toolson, Linton Townes, Bryant Jackson, Epi, Alberto Herreros, Alberto Angulo, Drazen Petrovic, Joe Dumars, Isiah Thomas, Nicos Gallis, Calderón, Rafa Martínez...(en definitiva cualquier jugador de este planeta, millones y millones de jugadores de toda índole, edad, equipo, calidad, nivel, población, estatus...deben sacar ventaja de ello....me pregunto porqué Kobe Bryant en 9 de cada 10 veces cuando rebasado a su rival espera que recupere para demostrar al mundo que es capaz de meterla con un tío encima...en eso sí que es único e incomparable. 



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