domingo, 21 de septiembre de 2014

...la táctica, la estrategia y las variantes estratégicas como final de un proceso de aprendizaje y no como método de enseñanza en los inicios o parte intermedia de ese proceso.

Voy a empezar reconociendo que no he visto demasiado baloncesto este verano, quizás sea verdad que estoy comparando con otros periodos estivales que al igual habré visto demasiado. Haberse disputado un mundial en nuestro país no es sinónimo de una ocasión especial para ver más baloncesto, digo esto porque hay baloncesto internacional todos los años durante el verano, ya sean Europeos u Olimpiadas. 
Observando parte de algunos partidos he podido cerciorarme que la mayoría de los grandes equipos que han participado en este Mundial han mantenido en la mayoría de los casos un nivel de juego táctico de intención alta, pero que en la mayoría de las ocasiones que no se conseguía el objetivo de anotar venía dado o por un error de ejecución técnica o por una mala capacidad de lectura del gesto en este caso. Me ha encantado la frescura táctica omitida por entrenadores expertos como Mike Fratello, Ataman, Collet, Magnano y Kazlauskas, entre algunos otros. Me he percatado que la táctica como fin de un resultado en el más alto nivel del baloncesto actual  es muy importante y que muchos entrenadores ante esta falta de resultado táctico han tirado de dinámicas de grupo adecuadas y toda la parte que va de la mano de la psicología aplicada a un resultado como la mentalidad, la motivación y la espera de que algunos jugadores importantes desarrollaran todo su compendio de potencial, ya fuera técnico, táctico o físico, que entrelazado con el resto de los factores y parámetros entrenados en un tan pequeño periodo de preparación hacían que no todo se tradujera de forma negativa. 
Esos jugadores que atesoran tanta calidad técnica y que les lleva a poder interpretar el juego tácticamente hablando en multitud de los cientos de opciones que el juego ofrece, ¿son jugadores que en su proceso de formación tuvieron un aprendizaje adecuado o tan solo están dotados de un talento descomunal? Quizás un compendio de ambas. 
Hoy presenciaba un partido de la categoría junior entre dos equipos de canteras ACB, he observado como los chicos en general tenían un fin común, un fin que trataba de que entre todos pudieran desarrollar todo el arsenal táctico necesario para poder afrontar un partido con la intención de ganarlo. Lógicamente estamos en los inicios de temporada y todo está más que justificado, la parte táctica sí, la técnica no. Ha sido un partido tácticamente de "querer y no poder", casi siempre por esa ausencia del dominio del fundamento y de la toma inadecuada de decisiones. A veces no poder es no saber y no saber es no entrenar.   
Con esto quiero expresar que entrenadores como los mencionados líneas mas arriba están "obligados", deben, por la situación en la que están en ese momento (la competición senior de más alto nivel del mundo), de desarrollar toda su capacidad táctica, estratégica y variantes infinitas para conseguir un resultado. El resto de los entrenadores no dirigimos selecciones como Lituania, USA, Argentina, etcétera, etcétera, etcétera, algunos dirigimos equipos de categorías mucho más bajas, categorías donde si no aplicamos un trabajo consecuente a la edad del jugador en su proceso de formación, este proceso no se culminará y dará resultados finales inacabados, de falta de base técnica y de táctica individual. 

Un jugador joven para aprender no debe vivir de lo que sabe hacer, tiene que trabajar más en lo que no sabe hacer.

martes, 2 de septiembre de 2014

Deporte de equipo, la antítesis de la jerarquía y de la mierda del estatus que es lo que se lleva.

No me gustan demasiado aquellos jugadores que tan solo piensan en anotar.
No creo sea tampoco acertado se piense en detrimento de la opinión, que tienen que haber jugadores de todo tipo y que es primordial hayan buenos anotadores en los equipos, porque la pronunciación inicial habla de aquellos jugadores que "tan solo piensan en anotar".
Siempre llegará un momento en nuestra vida en la cual las personas debemos formar parte de un equipo. Es estúpido pensar que no será así. Llegará el momento, llegará un periodo de tiempo en el que formaremos parte de algo y aunque nos cueste asumir otros roles no tan innatos, no hacerlo será un inconveniente para nuestras vidas.
Si eres un jugador de equipo ya sabes lo básico. Si no lo eres, es probable que sea el momento para un poco de desarrollo personal. Aprender a ser un jugador de grupo y aportar cohesión en el equipo tanto en la construcción del juego como en otras lides importantes nos puede abrir nuevas puertas y oportunidades para nuestro crecimiento en lo personal y en lo deportivo donde además se dará el reconocimiento al trabajo grupal y aumentará el volumen de todo lo que podemos ofrecer.

Contribución.
Hacer que las cosas funcionen, las comunes antes que las individuales.

Solidaridad.
Brinda siempre tu apoyo al compañero cuando este haya trabajado bien, independientemente del resultado.

Responsabilidad.
Trabaja con devoción. Cumple las normas. Dale sentido al compromiso adquirido y que tienes con los demás. Asiste y participa. Sé positivo mirando hacia adelante con optimismo. Muéstrate honesto y honrado con los seres que te rodean.

Flexibilidad.
Estar siempre dispuesto a entender que las cosas se pueden desarrollar desde diferentes enfoques y de diferentes maneras, que tú opinión es importante pero nunca vital.

Comunicación.
Comunicarse es de vital importancia. Los problemas hay que solucionarlos desde el entendimiento y antes de que sea inviable su solución. No está mal que la gente sepa en lo que no estés de acuerdo, pero siempre hazlo desde el respeto, la educación y el entendimiento de nuevo. Exprésate con tacto, sobretodo si hay sentimientos de por medio.

Aprende a escuchar.
Hazlo sin juzgar. El equipo lo forman todos sus miembros sin exclusión de ninguno. Nunca intentes llevarte el gato al agua, eso es un síndrome del perfecto egoísmo.

      Emir Preldzic.