domingo, 8 de octubre de 2017

El gen Gasol Sáez

Ya han pasado unas semanas desde que pude disfrutar de una gran experiencia como fue vivir "insitu" la fase final del último Eurobasket en Istanbul. España volvió de nuevo a conseguir una valiosa medalla de bronce. No puedo dejar de lado el disfrute de hacer turismo y conocer una ciudad tan peculiar como es Istanbul, sus gentes y sus costumbres, su comida, su arquitectura religiosa y como sorpresa mas desagradable su "tráfico", pero eso es otra historia. Es curioso que la ciudad de Istanbul le de sentido a esa conocida frase "soy ordenado dentro de mi inigualable desorden absoluto". Esa fue de forma global mi experiencia, baloncesto del mas alto nivel europeo y conocer la ciudad turca durante 4 días. Pero al igual que por supuesto todo esto es importante, no fue lo que mas me llamó la atención ni lo que de mas disfruté durante la estancia, ya que pude disfrutar de forma muy cercana con un amplio grupo de gente que allí estaban por las mismas razones que yo. Para alguien como yo al que le atrae tanto la observación de las actitudes sociales de las personas y su comportamiento, vivir aquellos días tan cerca de las familias de los jugadores fue algo muy enriquecedor.
Estaban prácticamente representados todo los jugadores por sus familiares mas directos y la verdad es que sin excepción puedo decir que la relación, la simplicidad, la conducta, los modales y a la vez la unión que mostraban todos entre sí me hizo sentir muy a gusto durante toda la estancia, en todo los momentos y en todos los espacios. Pero entre todas ellas, entre todas las actitudes y entre todas esas personas me llamó la atención especialmente las maneras de Agustí Gasol, el padre de Pau y Marc. Desde el primer momento me debilitó la atención servicial que mostraba en todo momento por el bienestar de todos y cada uno de los que formaban aquel amplio grupo sin excepción, la humildad que expulsaba por los cuatro costados, su corrección educacional, su cortesía en todo momento, su integridad personal y a pesar del poco tiempo disfrutado, denotaba en el alguien leal, noble, honrado y honesto, además de una persona seguro muy cariñosa y devoto de lo correcto. Difícil obviar para alguien como yo la atención que me prestó Agustí Gasol sobre todo en los primeros momentos.

La práctica de actividades deportivas como por ejemplo el baloncesto está condicionada por la influencia de diferentes contextos, como puede ser el escolar, el social y sobretodo el familiar. Y es en este último contexto, el familiar, donde pude tener la suerte de percibir como influyen los parámetros educacionales que transmite y también como se comparten interactuando entre sí las familias, en este caso de los jugadores.
Es importante la influencia de los padres que ejerce sobre los hijos. Estos se asocian inevitablemente al desarrollo de los valores socio-culturales que caracterizan y matizan sus perfiles, orientándolos a las distintas formas de actuar.
Casi todo el mundo está de acuerdo en que la calidad personal de los hermanos Gasol es equiparable a su calidad como jugadores de baloncesto, pues en ese caso, en el caso de que así fuere yo ya sé de donde proviene, de sus padres.

miércoles, 16 de agosto de 2017

Deja vivir

Deja vivir, no seas tan egoísta y egocéntrico pensando que lo tuyo es lo mejor o lo único importante. Dale sentido a tu responsabilidad y obligaciones pero solo dentro de los espacios que te conciernen.
A medida que vayas conociendo la armonía y la paz interna (que parece que nunca la has tenido, te deseo así sea), tu comprensión crecerá e incluso el grado de tolerancia que se suele obtener para después dejar a la gente en paz hará mella en ti y dejarás de pensar que lo tuyo es lo único importante y con ello minimizarás tu alto nivel de egoísmo, egoísmo que sodomiza continuamente el hacer de otros muchos que en algunos casos son incluso mejor que tu.
No aparentes querer ser dogmático porque no tienes ningún recorrido, ni tan siquiera has tenido tiempo de adquirir los conocimientos necesarios como para creer que la razón está de tu parte e incrementes con ello tu dimensionado egoísmo acaparador pensando que todo te pertenece. Sigue tu camino pensando lo que es adecuado para ti y no te atrevas a concluir que lo bueno para ti es bueno para otros.
No luches por cambiar a otros, cambia tu, intenta moverte por espacios donde la gente sea medianamente tolerante y comprensiva (te recuerdo que muchos de estas personas con grandes dosis de estos valores te abandonaron por ser tu como eres).
No compares tus preferencias actuales con las de nadie mas, digo actuales porque seguro serás tan perjudicial que tus deseos cambiaran dependiendo de tus necesidades.
Sigue disfrutando con tu trabajo, se que lo haces, pero deja en paz a los que trabajen a tu lado. Haz que tus ilusiones permanezcan indemnes pero que esas ilusiones no pisen en ningún grado las responsabilidades de otros aunque de alguna forma ambiciosa e individualista por tu parte minimicen tus intereses, eso también es egoísmo.
Baja tu nivel de codicia, la codicia es abrupta y es un virus que ataca muy rápido la gratitud en las personas y esa gratitud es la clave para que la armonía y la paz interna de la que hablábamos líneas mas arriba hagan mella en ti y a partir de ahí serás consciente de lo grato que es para las personas que alguien como tu aprenda a dejar vivir a muchos otros.

viernes, 23 de junio de 2017

Chechu Mulero y el proceso Martínez (III)

Pedro Martínez. Cuando no todo es ganar.
Pedro Martínez no fue finalmente el responsable técnico del Cajasol Sevilla para la temporada 2009-2010. Pero cuando me dijeron que durante su posible continuidad apostaba por incorporar a dos jóvenes valores de 17 años como Tomas Satoransky y Joan Sastre para acabar de perfilar la plantilla del primer equipo sevillano, despertó en mi la curiosidad de saber cual podía ser el perfil como entrenador del técnico catalán. Si sabía algo que me llama especialmente la atención y que creo que en la mayoría de los casos es primordial para poder entender si el proceso de formación de un entrenador es el mas adecuado, sin duda soy quien cree en la formación continua y el proceso adquirido con antelación como antesala importante de lo que vamos a hacer hoy, en el presente.
Conocer los inicios de Pedro Martínez desde las categorías mas bajas y en colegios de su ciudad confirma ese proceso de adquisición de conocimientos. Categorías inferiores de un club como el Sant Josep de Badalona (el pasado 11 de junio visité las instalaciones del legendario club badalonés), que durante mas de un lustro fue su casa hasta pasar a las categorías inferiores del  Joventut de Badalona. Recorrer ese periplo para luego formar parte de equipos técnicos donde también ayudó a otros, haber estado en LEB en varias etapas diferentes, vivir como entrenador en diferentes ondas de equipos de máximo nivel, es decir, haber convivido tanto con equipos de bajo presupuesto, de presupuesto medio y alguna vez también algún rico equipo con todo lo que lleva esas diferentes y variopintas experiencias de toda índole, todas ellas relacionadas directamente con el estatus de cada uno de esos equipos y sus objetivos muy condicionados por la cifra del presupuesto que manejan.. Sin duda y sin tener en cuanta si quiera el dato estadístico que es tras Aito el entrenador con mas partidos en el alto nivel del baloncesto español, me confirma rotundamente respecto a mi valoración personal una alta dosis de creencia en sus capacidades, su trabajo y sobretodo su actitud para desarrollar como diría uno de sus ayudantes Ángel Cepeda, el desarrollo de este arte llamado baloncesto.
El dato de querer sustituir a un jugador como John Shurna que en la temporada 2015-2016 dio un rendimiento excelente (palabras de Pedro Martínez), para sustituirlo por un jugador de corte y perfil diferente como Will Thomas, me auguraba un pequeño cambio a la hora de enfocar la construcción del juego de su equipo tanto ofensiva como defensivamente hablando. Ser capaz de entender que algún necesitado y conseguido fichaje para completar una completa plantilla, debía ser sacrificado por uno de los motivos mas importantes que debe tener en mente un entrenador, el como debe jugar el equipo, que la construcción del juego de equipo debe estar cimentado por un trabajo previo de fundamentos, habilidades y conceptos tanto individuales como colectivos y que la cohesión grupal está por encima de las individualidades mas nocivas (las capacidades individuales deben coexistir con el juego colectivo pero nunca minimizarlo). Entender que el baloncesto es un deporte colectivo y que tanto en ataque como en defensa priman valores como "pasarnos bien la pelota" o "ayudarnos todos en defensa", toman un valor de importancia vital en el funcionamiento de sus equipos, frases repetidas por el técnico de forma continuada.
Repetir también la palabra "equipo" continuamente y que prácticamente hasta las semanas finales y en muy pocas ocasiones pronunciaba el nombre propio de alguno de los jugadores del Valencia Básket también es algo que me llama la atención de forma muy agradable. Todos los entrenadores, directivos, jugadores, aficionados del mundo saben que el "equipo" es importante, entienden que "pasarse bien la pelota" y "ayudarse siempre en defensa" es bueno, necesario y primordial. lo que pasa es que solo unos pocos son capaces de conseguirlo porque ademas no es nada fácil.
Me gustaría que algún día todo el mundo pudiera entender que antes de conseguir un objetivo que se puede decir de boca debe antes llevar un proceso, porque para meter una canasta o robar un balón no basta con desearlo ni tan siquiera basta con fichar a la calidad para ello, hay que entrenarlo y entrenarlo mucho porque no todo es ganar.

lunes, 19 de junio de 2017

Chechu Mulero y el proceso Martínez (II)

Chechu Mulero. Entender el baloncesto.
No creo sea fácil lidiar todos los días con todo el entorno que gira alrededor de lo que es una estructura profesional en un club de baloncesto. Consejos de administración, directivas empresariales constituidas a partir de sociedades anónimas deportivas.De manera regular y de forma general las grandes cúpulas directivas tienden a estar condicionadas por el estrato intermedio de enfocar el funcionamiento por una parte a través del parámetro financiero y por otro lado desde el prisma de entender el baloncesto desde un punto de vista más de aficionado, es decir, no desde el prisma de entender el juego del baloncesto técnicamente hablando me refiero. Cuando esas cúpulas directivas entienden y se dejan guiar por personas experimentadas, por técnicos conocedores del juego, personas con capacidades de gestión deportiva, conocedores de la entidad y con grandes dosis de higiene deportiva dentro del mundillo del deporte profesional, cuando eso pasa, es que esos dirigentes saben lo que hacen y con el tiempo han colaborado a conseguir los éxitos deportivos.
No hace mucho tiempo un jugador de la casa de toda la vida que emigró del club buscando otros retos deportivos me comentaba de la acertada decisión por parte del club al incorporar al puesto de director deportivo del club a Chechu Mulero tras la marcha de Muedra al baloncesto alemán. Este último año y de forma lejana podría constatar las palabras del amigo José Simeón, y aunque desde la lejanía percibir y percatarme de lo importante que es para un club deportivo el guiarse por las capacidades y conocimientos de un director técnico donde su trabajo esté basado y cimentado sobretodo en el entendimiento del juego.

domingo, 18 de junio de 2017

Chechu Mulero y el proceso Martínez (I)

Algunos decíamos hace poco tiempo que el baloncesto de Xavi Pascual era muy complejo ya que quería lograr jugar a nivel colectivo de una forma que aunara todas las posibilidades del juego, jugar tanto de dentro a fuera como de fuera a dentro, de dentro a dentro y también de fuera a fuera. Complejo porque lograr tácticamente jugar así supone un gran problema en cuanto a la formación de una plantilla que debería ser muy heterogénea, una plantilla que completara todas las posibilidades especializadas para lograr jugar de tantas formas propuestas como necesarias, eso y un volumen del trabajo muy alto y muy específico para cohesionar y completar un juego ofensivo total y sin lagunas. Al contrario que Xavi Pascual, otros decían que su colega Laso buscaba como prioridad especial jugar un baloncesto mas alegre y vistoso para el aficionado (no para el que aprecia el juego desde un prisma mas de entrenador). Recordaremos el porque prescindió de Tomic, el porqué quiso incorporar a un jugador que sin duda para el mundo no reunía las capacidades propias de una estrella como Slaughter y de que tenía claro que su deseo era jugar de fuera a fuera de forma principal y que los Rudy, Chacho Rodríguez, Carroll o el propio Llull, fueran quienes adquirieran todo el protagonismo y que los jugadores interiores tuvieran un perfil muy especializado, un perfil mas de "no hace falta darles el balón", estos ya se valdrían de auto valorarse y de sacar las castañas del fuego a los protagonistas, (estos de gran calidad anotadora), cuando estos no estuvieran acertados. Todos recordaremos que el Real Madrid consiguió la Euroleague después de la marcha de Mirotic y de no contar con Bourousis durante el juego, sin duda dos jugadores a los que habría que darles la pelota.
Mi duda siempre ha sido entender si el baloncesto de técnicos que buscan un juego tan completo como el del Barça necesitan un volumen de trabajo muy táctico y mas de largo plazo donde por supuesto el cambiar tantos jugadores de un año para otro puede ser contraproducente y en su defecto equipos como el Real Madrid que basa su juego muy claramente en la puesta en escena de sus "cracks exteriores" dotados de una calidad contrastada y que donde en este caso el volumen de trabajo táctico toma menos importancia ya que se basa un poco mas en el acierto individual.
Personalmente creo sería un error no dotar en el día a día a equipos como el Real Madrid del arsenal de fundamentos y conceptos colectivos del juego que desmenuzados y entrelazados podrían completar una forma de jugar mas rica, mas colectiva y con mas posibilidades de guiar y facilitar la gran calidad de esos jugadores que además minimizaría en un alto grado la anarquía que a veces no hace disfrutar al aficionado.

Entender que no hay que fichar a "cualquier" entrenador, ocuparse en incorporar al técnico que sea capaz de interpretar su trabajo basado en la construcción de un juego que vaya de la mano de la participación, un técnico que valore al "equipo" por encima de todo (la palabra "equipo" ha sido la más pronunciada sin duda en las entrevistas y las ruedas de prensa), un técnico que habla con las claves sencillas de "pasarse bien el balón" por un lado y por el otro "ayudarse todos en defensa", un técnico que entienda que la previa al sistema es el concepto colectivo y que la previa a este es el concepto individual y que antes de todo esto va el trabajo de los fundamentos técnicos y la táctica individual de estos.

sábado, 22 de abril de 2017

Hoax

Las redes sociales se pueden utilizar para hacer incontables cosas buenas y también cosas malas. Entre estas últimas, una de las más perniciosas es facilitar la propagación de bulos, afirmaciones ridículas e historias de todo pelaje, que viajan de muro en muro y que se cohesionan con la ignorancia de los seguidores de estos  personajes que persiguen la adulación de los más tontos.
Los complejos de inferioridad que tienen estos personajes les lleva a imaginarse un circo donde la comedia desaforada, eso si, nutrida siempre por una "pobre" ilusión, hará que el acomplejado quiera convertirse en divo a costa de esa ignorancia de muchos bobos. La ignorancia si se mezcla con la estupidez se convierte en el veneno que alimenta la frivolidad de esos acomplejados, y lo que es peor, de los que se aprovechan de esa ignorancia.
Esta enfermedad contemporánea es muy peligrosa ya que a gran escala fortalece el egoísmo, ayuda al narcisismo e interviene muy directamente en minimizar el "ser" y lo que es peor, maximiza el "tener" aun cuando ni si quiera se tenga nada.

La venta de un éxito adornado con la falacia y la divulgación de la mentira para sentirse "el mejor" es el mayor de los fracasos, pero esto solo es una opinión personal.

"El farsante y su leyenda"
Un bulo o una farsa es el intento de hacer creer a un grupo de personas que algo muy alejado de la realidad pueda parecer real. A diferencia del fraude, el bulo no tiene carácter delictivo, pero si ayuda a lucrar en forma de éxito al acomplejado, repito, a costa del ignorante. Todo ese contenido engañoso y atrayente impacta de forma directa en la mente de otros "pobres" ilusionados, en este caso sin la proyección de una idea frívola y carente de honestidad. Las personas que se inventan farsas suelen tener como objetivo la fama y el auto divulgarse primero para que otros lo hagan después de forma masiva siendo Internet la plataforma con mayor impacto en la sociedad de los ignorantes que acompañaran estos al farsante a través de foros, redes sociales y demás plataformas donde anunciarse y proclamarse de forma abrupta es casi gratis.

lunes, 27 de febrero de 2017

Complejos de inferioridad

La frustración de ver como la honestidad y la honradez de unos pocos se ven dañados por la insensibilidad de uno; y la impotencia, un inconsolable malestar emocional que resulta de no entender ni controlar un episodio desagradable sumado a la imposibilidad de desarrollar una idea o una labor de carácter importante, al menos para esos honestos y honrados.

Si uno se siente carente de poder de acción ante una situación carente de ecuanimidad y que además se abraza a la injusticia de la evidencia, podría optar por tres caminos, uno el de fortalecerse, otro el de resignarse y un tercero el de desolarse. Pero la impotencia tal como se la conoce es el sentimiento de esa completa desolación que resulta no solo de la no probabilidad de formar parte al menos de la igualdad en cualquier efecto o de evitar cierta consecuencia indeseada, sino también de la máxima incompetencia propia que afecta incluso a esos pocos honestos y honrados que sufren esas vivencias indeseadas de forma estridente y sin sentido.


Algunos pensaran que muchas normas son inadecuadas, pero ahora quiero creer que esa normativa, cualquiera que esta sea, es menos perjudicial que "el mal criterio", el cual puede ser llevadero y aguantable si proviene del error o de la buena voluntad, otra cosa es que provenga de la maldad, de una estrategia interesada o cuanto menos de una reprimenda puntual protagonizada por alguna rabia momentánea que hará más fácil su ejecución gracias en algunos casos por el abuso de poder y la condición de máxima autoridad.

Debo ser un privilegiado porque en el ámbito que me muevo jamás en estos 31 años había sentido esa desolación, pero también creo de forma malograda que ese privilegio en ocasiones hace que sufras de peor manera  episodios puntuales que se traduzcan en frustración, impotencia y lo que es peor, en esa desolación comentada.

No voy a resignarme ni a fortalecerme, y supongo que la desolación que ahora invade mi cabeza tampoco durará mucho, si voy a aprender, aprender a que bajo ningún concepto y siendo consciente de lo recientemente acontecido vaya a pasar por lo mismo. Tan solo tengo una referencia de desolación, esta referencia que tiene como protagonistas un espacio, un momento y una persona. Ese espacio cuanto menos me creará dudas, el momento lo olvidaré seguramente y la persona no volverá a crearme un solo atisbo de nueva desolación, eso si lo se de forma certera.

martes, 31 de enero de 2017

LACAYOS Y LAMECULOS

Nunca me he tenido por un valiente.
Pero tampoco soy un lameculos.
Me he topado con muchos lameculos en mi vida y estoy seguro de que vosotros también. Incluso, por pura estadística, más de un lameculos estará leyendo esto pero no se sentirá mal porque casi nunca reconocen que lo son. ¿Os imagináis que alguien os dijera en serio: "hola, me llamo Manuel y soy un gilipollas"? Tampoco es fácil encontrar a nadie que te diga: "hola, soy un lameculos, una persona de la que no te puedes fiar, que se alejará cuando no pueda sacar nada de ti, traicionero, cobarde y miserable; un mierda, en definitiva".
Para los demás, es muy fácil reconocer a un lameculos; para justificar sus actos siempre tienen a mano tres de sus frases favoritas: "hay que ser listo" , "lo hace todo el mundo"  o la variante "todo el mundo va a lo suyo".

Ser un lameculos es una opción tan válida como cualquier otra pero no nos lo intentes vender como algo noble o digno; eres así y no tienes remordimientos por ello. Muy bien por ti.
Son supervivientes, plantas trepadoras que necesitan un buen muro sobre el que apoyarse; peces de media profundidad, que nadan lejos de la oscuridad del fondo o de los peligros de la superficie, reptiles que saben acercarse al sol que más calienta.

Es difícil ver brillar a un lameculos pero nunca faltará un plato de sopa caliente en su mesa porque "hay que ser listo" y "todo el mundo va a lo suyo".
No, amiguitos, no; no todo el mundo va a lo suyo. Hay personas que se sacrifican por sus ideales o por aquellos que les rodean; hay seres humanos altruistas, bondadosos y generosos que ayudan cuando no pueden o tienden una mano a aquellos de los que no esperan obtener nada a cambio.

Los poderosos también saben quiénes son los lameculos y les encanta su adulación. Disfrutan bajándose los pantalones y diciendo; mira, chaval, qué nalgas más sonrosadas. Dame un buen lamentón y te haré sentir importante por un rato.
Y se lo lamerán. Con gusto. Porque "todo el mundo lo hace"
Lo malo de lamer culos es que llega un momento en que todo te sabe a culo y aunque consigas cosas por ti mismo no podrás disfrutarlas porque te seguirán sabiendo a culo.
- ¿Te gusta la sopa?
- Me sabe a culo.
Supongo que si eres un lameculos, te habrás sentido ofendido por este comentario. Bien, no me hagas la pelota; de mí no vas a obtener nada. Búscate un buen par de nalgas a las que adorar  y se te pasará el disgusto.
Si desprecias a los lameculos tanto como yo, comparte esta reflexión. Aunque no te ilusiones; ni vamos a cambiar el mundo ni su forma de pensar porque, en definitiva, "hay que ser listo".

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