domingo, 24 de agosto de 2014

Capitulo V.

Me hablarás cuando no pueda escucharte.

Capitulo V. Parte I.
Por Ángel Molinero.

La gentileza en tú persona puede disiparse sin más, la suavidad de tu piel no. No me importa demasiado no volver a sentirte tan cerca pues esa sensación siempre fue inconclusa y ha ido generando en mi tal paciencia delirante hasta tal punto que ha originado un dolor ya poco soportable.
No puedo entender saber que en tus brazos hay un confort que nunca hallé,
no puedo tampoco saber el porqué de las dudas de mis secretos se ocultan en tus verdes ojos,
jamás podré saber ciertamente el motivo el cual diste sentido a mi vida sintiendo que desde siempre te extrañé y añoré.
Eres lo que nadie nunca podrá mostrar,
eres lo que todos siempre estuvieron esperando,
eres lo que nadie nunca será.
El aire no contiene tanta pureza,
tú belleza cabal no acierta a compararse con nada,
seguro de ti mismo pero inseguro de todo lo demás, esa es parte de tu grandeza,
la parte restante de tu ser lo forma un océano de inocencia humana carente de crueldad, ese es el resumen de quien eres.
Cada sueño abandonado entra en contienda con el disimulo de la falsa esperanza que da creer en milagros.
Mi mundo estuvo determinado por tus virtudes, virtudes humanas abandonadas en un sueño que no se hará realidad,
y aunque no crea en milagros, también sé...
... que no hubo, hay ni habrá nadie igual a ti.

Capitulo V. Parte III.
Por algún otro ciertamente cercano.

Su devoción por él era tal que empezó a convertirse en excesiva y compulsiva.
La enfermedad había empezado a mellar en él, una patología adherente a lo absurdo, una enfermedad ligada al deterioro sentimental y existencial, y cuando la enfermedad prospera desencadena infortunios.

domingo, 3 de agosto de 2014

Dorsal 7

El baloncesto, juego donde ya hemos dicho que como tal tiene un muy alto nivel de incertidumbre, también es una diversión intelectual al que algunos incluso consideramos un arte.
El baloncesto no solo debería estar dotado esencialmente de fortaleza y habilidades físicas y técnicas, que también, pero hay que reconocer que de nada sirven esos atributos si no hay exigencia mental.
La parte más táctica del juego, la cual cohesiona al grupo, necesita proyectar conjuntamente un duelo de voluntades por parte de todo el equipo teniendo en cuenta a los propios compañeros, los rivales y al medio, y es en este caso cuando el aprendizaje del intelecto debe hacerse presente.
Hacer ese esfuerzo mental va a ayudarnos a desarrollar y aumentar nuestra capacidad de toma de decisiones, y ello redundará en nuestra mejora de riqueza táctica, rapidez de pensamiento y reacción acertada. Mejoraríamos nuestra capacidad de entendimiento ya que, comprender y entender los mecanismos del juego, nos hace mejorar nuestros conocimientos.
Existen muchos buenos jugadores que no terminan  medianamente aprender a saber jugar a baloncesto. Muchos y por muchas distintas razones que desconozco y además no logro aún entender el porqué, se excluyen de la orientaciones de sus entrenadores, quizás estén sumidos en la creencia de que sus ya adquiridas capacidades son suficientes para jugar a baloncesto. Creo firmemente que es un gran error, ya que estos jugadores deben obviar que jugar a baloncesto está bien, pero que estaría mucho mejor jugar sabiendo como hay que hacerlo de mejor manera.
Es verdad que la vida es equilibrio y el baloncesto es parte de esa vida, por ello, suele ser complicado encontrar jugadores que se basan en su concentración y atención durante los momentos de exigencia cognitiva cuando los entrenadores reparten explicaciones o correcciones. Difícil dar con jugadores que economizan el concepto de la repetición durante el aprendizaje cuando estos están dotados de una buena memoria y hacen el esfuerzo por recordar. Complicado hacer llegar al jugador conceptos nuevos del juego cuando éste no se esfuerza en aumentar su capacidad de síntesis y asimilación de esos nuevos conceptos. Muy difícil, pero que muy difícil, es toparse con jugadores que son capaces de deducir lógicos planteamientos ante el juego real cambiante y con el nivel de decisión adecuada para llevarlo a término. No puedo dejar de reconocer también que es tarea complicada hallar jugadores que ante los errores acontecidos tengan capacidad de auto crítica y corrección de forma mecánica, todo ello además sin la pérdida del control emocional ni de los nervios.
El compromiso, la responsabilidad, la adherencia al trabajo, el esfuerzo y la competitividad son valores también vitales para la cohesión del grupo y éstos deben darse primero de forma individual.
Razón importante de este legado de valores y capacidades del jugador a aquel que está educado en la humildad y en una tremenda modestia, si no fuera así, estas líneas no hubieran acaecido.

Sentarse a desayunar, comer y cenar en la mesa de los técnicos me ayudará a mejorar me dijo...

viernes, 1 de agosto de 2014

La dignidad básica


El sentido de la vida
La vida humana es un gran valor, un animal racional, un ser humano libre, un ser capaz de amar y en algunas ocasiones ser amado. Somos andantes caminando hacia miles y miles de destinos, todos ellos enfocados hacia el fin último, el de la muerte, final este que cuando nos llega es siempre después de haber intentado recorrer un camino hacia la felicidad. El más auténtico sentido de la vida es darse a uno mismo y a los demás un servicio de cuidado y fraternidad, y ello hacerlo simplemente por amor al prójimo. La cuestión del sentido de la vida es la más radical para todos los seres humanos. Alguien dijo alguna vez que "Aquel que tiene un porqué para vivir puede soportarlo todo".

La dignidad humana
La persona humana posee dignidad, pero puede carecer de plenitud. La dignidad humana es igual en todos los seres humanos. Así, una persona puede actuar cruel y criminalmente, con lo cual pierde su dignidad moral, pero no la dignidad humana básica. Todo ser humano posee en esencia la misma dignidad humana y, por tanto, es merecedor de un respeto incondicional. No obstante, creo que entre los seres humanos existen personas más débiles, ese titulo debería ser suficiente para merecer un respeto especial y unas atenciones especiales. Los pacientes terminales, los marginados, los angustiados crónicos y demás personas desvalidas por cualquier razón deberían recibir un amor preferencial.

El sufrimiento
El sufrimiento no es sinónimo de un desenlace final de total fatalidad porque va ligado al verbo soportar. El sufridor soporta, soporta dolor y cargas de todo tipo. Solo el desenlace final llega a ser insoportable cuando ese sufrimiento es mayor al del sentido de la vida.
Ese dolor y ese sufrimiento se convierte en gravedad cuando éste es crónico y ataca a nuestra integridad como ser, limita nuestra independencia, nuestra libertad y desarrolla en nosotros desorden mental, creando rabia, rechazo, culpa y miedo a la marginación. El coraje, la paciencia y la esperanza pueden perderse. Tan solo podemos conseguir aliviarnos de todo ese sufrimiento, carga, desorden y falta de esperanza con el amor, el fraterno claro. Estar al lado del que sufre, esa es la clave y nunca con una actitud de compasión y si de comprensión, todo ello sin juzgarles.

El sentido de la muerte
La muerte no es parte de la vida, menuda gilipollez. Son dos significados totalmente opuestos, la muerte es lo que viene después de la vida, ahí su significado del porqué no es parte de la vida. Uno muere después de haber vivido y no muere mientras vive formando parte de ese proceso vital.
La muerte no es el inicio de la vida eterna, supongo que la muerte es eterna, eso si, pero no en vida.