El baloncesto, juego donde ya hemos dicho que como tal tiene un muy alto nivel de incertidumbre, también es una diversión intelectual al que algunos incluso consideramos un arte.
El baloncesto no solo debería estar dotado esencialmente de fortaleza y habilidades físicas y técnicas, que también, pero hay que reconocer que de nada sirven esos atributos si no hay exigencia mental.
La parte más táctica del juego, la cual cohesiona al grupo, necesita proyectar conjuntamente un duelo de voluntades por parte de todo el equipo teniendo en cuenta a los propios compañeros, los rivales y al medio, y es en este caso cuando el aprendizaje del intelecto debe hacerse presente.
Hacer ese esfuerzo mental va a ayudarnos a desarrollar y aumentar nuestra capacidad de toma de decisiones, y ello redundará en nuestra mejora de riqueza táctica, rapidez de pensamiento y reacción acertada. Mejoraríamos nuestra capacidad de entendimiento ya que, comprender y entender los mecanismos del juego, nos hace mejorar nuestros conocimientos.
Existen muchos buenos jugadores que no terminan medianamente aprender a saber jugar a baloncesto. Muchos y por muchas distintas razones que desconozco y además no logro aún entender el porqué, se excluyen de la orientaciones de sus entrenadores, quizás estén sumidos en la creencia de que sus ya adquiridas capacidades son suficientes para jugar a baloncesto. Creo firmemente que es un gran error, ya que estos jugadores deben obviar que jugar a baloncesto está bien, pero que estaría mucho mejor jugar sabiendo como hay que hacerlo de mejor manera.
Es verdad que la vida es equilibrio y el baloncesto es parte de esa vida, por ello, suele ser complicado encontrar jugadores que se basan en su concentración y atención durante los momentos de exigencia cognitiva cuando los entrenadores reparten explicaciones o correcciones. Difícil dar con jugadores que economizan el concepto de la repetición durante el aprendizaje cuando estos están dotados de una buena memoria y hacen el esfuerzo por recordar. Complicado hacer llegar al jugador conceptos nuevos del juego cuando éste no se esfuerza en aumentar su capacidad de síntesis y asimilación de esos nuevos conceptos. Muy difícil, pero que muy difícil, es toparse con jugadores que son capaces de deducir lógicos planteamientos ante el juego real cambiante y con el nivel de decisión adecuada para llevarlo a término. No puedo dejar de reconocer también que es tarea complicada hallar jugadores que ante los errores acontecidos tengan capacidad de auto crítica y corrección de forma mecánica, todo ello además sin la pérdida del control emocional ni de los nervios.
El compromiso, la responsabilidad, la adherencia al trabajo, el esfuerzo y la competitividad son valores también vitales para la cohesión del grupo y éstos deben darse primero de forma individual.
Razón importante de este legado de valores y capacidades del jugador a aquel que está educado en la humildad y en una tremenda modestia, si no fuera así, estas líneas no hubieran acaecido.
Sentarse a desayunar, comer y cenar en la mesa de los técnicos me ayudará a mejorar me dijo...
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