viernes, 23 de junio de 2017

Chechu Mulero y el proceso Martínez (III)

Pedro Martínez. Cuando no todo es ganar.
Pedro Martínez no fue finalmente el responsable técnico del Cajasol Sevilla para la temporada 2009-2010. Pero cuando me dijeron que durante su posible continuidad apostaba por incorporar a dos jóvenes valores de 17 años como Tomas Satoransky y Joan Sastre para acabar de perfilar la plantilla del primer equipo sevillano, despertó en mi la curiosidad de saber cual podía ser el perfil como entrenador del técnico catalán. Si sabía algo que me llama especialmente la atención y que creo que en la mayoría de los casos es primordial para poder entender si el proceso de formación de un entrenador es el mas adecuado, sin duda soy quien cree en la formación continua y el proceso adquirido con antelación como antesala importante de lo que vamos a hacer hoy, en el presente.
Conocer los inicios de Pedro Martínez desde las categorías mas bajas y en colegios de su ciudad confirma ese proceso de adquisición de conocimientos. Categorías inferiores de un club como el Sant Josep de Badalona (el pasado 11 de junio visité las instalaciones del legendario club badalonés), que durante mas de un lustro fue su casa hasta pasar a las categorías inferiores del  Joventut de Badalona. Recorrer ese periplo para luego formar parte de equipos técnicos donde también ayudó a otros, haber estado en LEB en varias etapas diferentes, vivir como entrenador en diferentes ondas de equipos de máximo nivel, es decir, haber convivido tanto con equipos de bajo presupuesto, de presupuesto medio y alguna vez también algún rico equipo con todo lo que lleva esas diferentes y variopintas experiencias de toda índole, todas ellas relacionadas directamente con el estatus de cada uno de esos equipos y sus objetivos muy condicionados por la cifra del presupuesto que manejan.. Sin duda y sin tener en cuanta si quiera el dato estadístico que es tras Aito el entrenador con mas partidos en el alto nivel del baloncesto español, me confirma rotundamente respecto a mi valoración personal una alta dosis de creencia en sus capacidades, su trabajo y sobretodo su actitud para desarrollar como diría uno de sus ayudantes Ángel Cepeda, el desarrollo de este arte llamado baloncesto.
El dato de querer sustituir a un jugador como John Shurna que en la temporada 2015-2016 dio un rendimiento excelente (palabras de Pedro Martínez), para sustituirlo por un jugador de corte y perfil diferente como Will Thomas, me auguraba un pequeño cambio a la hora de enfocar la construcción del juego de su equipo tanto ofensiva como defensivamente hablando. Ser capaz de entender que algún necesitado y conseguido fichaje para completar una completa plantilla, debía ser sacrificado por uno de los motivos mas importantes que debe tener en mente un entrenador, el como debe jugar el equipo, que la construcción del juego de equipo debe estar cimentado por un trabajo previo de fundamentos, habilidades y conceptos tanto individuales como colectivos y que la cohesión grupal está por encima de las individualidades mas nocivas (las capacidades individuales deben coexistir con el juego colectivo pero nunca minimizarlo). Entender que el baloncesto es un deporte colectivo y que tanto en ataque como en defensa priman valores como "pasarnos bien la pelota" o "ayudarnos todos en defensa", toman un valor de importancia vital en el funcionamiento de sus equipos, frases repetidas por el técnico de forma continuada.
Repetir también la palabra "equipo" continuamente y que prácticamente hasta las semanas finales y en muy pocas ocasiones pronunciaba el nombre propio de alguno de los jugadores del Valencia Básket también es algo que me llama la atención de forma muy agradable. Todos los entrenadores, directivos, jugadores, aficionados del mundo saben que el "equipo" es importante, entienden que "pasarse bien la pelota" y "ayudarse siempre en defensa" es bueno, necesario y primordial. lo que pasa es que solo unos pocos son capaces de conseguirlo porque ademas no es nada fácil.
Me gustaría que algún día todo el mundo pudiera entender que antes de conseguir un objetivo que se puede decir de boca debe antes llevar un proceso, porque para meter una canasta o robar un balón no basta con desearlo ni tan siquiera basta con fichar a la calidad para ello, hay que entrenarlo y entrenarlo mucho porque no todo es ganar.

lunes, 19 de junio de 2017

Chechu Mulero y el proceso Martínez (II)

Chechu Mulero. Entender el baloncesto.
No creo sea fácil lidiar todos los días con todo el entorno que gira alrededor de lo que es una estructura profesional en un club de baloncesto. Consejos de administración, directivas empresariales constituidas a partir de sociedades anónimas deportivas.De manera regular y de forma general las grandes cúpulas directivas tienden a estar condicionadas por el estrato intermedio de enfocar el funcionamiento por una parte a través del parámetro financiero y por otro lado desde el prisma de entender el baloncesto desde un punto de vista más de aficionado, es decir, no desde el prisma de entender el juego del baloncesto técnicamente hablando me refiero. Cuando esas cúpulas directivas entienden y se dejan guiar por personas experimentadas, por técnicos conocedores del juego, personas con capacidades de gestión deportiva, conocedores de la entidad y con grandes dosis de higiene deportiva dentro del mundillo del deporte profesional, cuando eso pasa, es que esos dirigentes saben lo que hacen y con el tiempo han colaborado a conseguir los éxitos deportivos.
No hace mucho tiempo un jugador de la casa de toda la vida que emigró del club buscando otros retos deportivos me comentaba de la acertada decisión por parte del club al incorporar al puesto de director deportivo del club a Chechu Mulero tras la marcha de Muedra al baloncesto alemán. Este último año y de forma lejana podría constatar las palabras del amigo José Simeón, y aunque desde la lejanía percibir y percatarme de lo importante que es para un club deportivo el guiarse por las capacidades y conocimientos de un director técnico donde su trabajo esté basado y cimentado sobretodo en el entendimiento del juego.

domingo, 18 de junio de 2017

Chechu Mulero y el proceso Martínez (I)

Algunos decíamos hace poco tiempo que el baloncesto de Xavi Pascual era muy complejo ya que quería lograr jugar a nivel colectivo de una forma que aunara todas las posibilidades del juego, jugar tanto de dentro a fuera como de fuera a dentro, de dentro a dentro y también de fuera a fuera. Complejo porque lograr tácticamente jugar así supone un gran problema en cuanto a la formación de una plantilla que debería ser muy heterogénea, una plantilla que completara todas las posibilidades especializadas para lograr jugar de tantas formas propuestas como necesarias, eso y un volumen del trabajo muy alto y muy específico para cohesionar y completar un juego ofensivo total y sin lagunas. Al contrario que Xavi Pascual, otros decían que su colega Laso buscaba como prioridad especial jugar un baloncesto mas alegre y vistoso para el aficionado (no para el que aprecia el juego desde un prisma mas de entrenador). Recordaremos el porque prescindió de Tomic, el porqué quiso incorporar a un jugador que sin duda para el mundo no reunía las capacidades propias de una estrella como Slaughter y de que tenía claro que su deseo era jugar de fuera a fuera de forma principal y que los Rudy, Chacho Rodríguez, Carroll o el propio Llull, fueran quienes adquirieran todo el protagonismo y que los jugadores interiores tuvieran un perfil muy especializado, un perfil mas de "no hace falta darles el balón", estos ya se valdrían de auto valorarse y de sacar las castañas del fuego a los protagonistas, (estos de gran calidad anotadora), cuando estos no estuvieran acertados. Todos recordaremos que el Real Madrid consiguió la Euroleague después de la marcha de Mirotic y de no contar con Bourousis durante el juego, sin duda dos jugadores a los que habría que darles la pelota.
Mi duda siempre ha sido entender si el baloncesto de técnicos que buscan un juego tan completo como el del Barça necesitan un volumen de trabajo muy táctico y mas de largo plazo donde por supuesto el cambiar tantos jugadores de un año para otro puede ser contraproducente y en su defecto equipos como el Real Madrid que basa su juego muy claramente en la puesta en escena de sus "cracks exteriores" dotados de una calidad contrastada y que donde en este caso el volumen de trabajo táctico toma menos importancia ya que se basa un poco mas en el acierto individual.
Personalmente creo sería un error no dotar en el día a día a equipos como el Real Madrid del arsenal de fundamentos y conceptos colectivos del juego que desmenuzados y entrelazados podrían completar una forma de jugar mas rica, mas colectiva y con mas posibilidades de guiar y facilitar la gran calidad de esos jugadores que además minimizaría en un alto grado la anarquía que a veces no hace disfrutar al aficionado.

Entender que no hay que fichar a "cualquier" entrenador, ocuparse en incorporar al técnico que sea capaz de interpretar su trabajo basado en la construcción de un juego que vaya de la mano de la participación, un técnico que valore al "equipo" por encima de todo (la palabra "equipo" ha sido la más pronunciada sin duda en las entrevistas y las ruedas de prensa), un técnico que habla con las claves sencillas de "pasarse bien el balón" por un lado y por el otro "ayudarse todos en defensa", un técnico que entienda que la previa al sistema es el concepto colectivo y que la previa a este es el concepto individual y que antes de todo esto va el trabajo de los fundamentos técnicos y la táctica individual de estos.