martes, 2 de septiembre de 2014

Deporte de equipo, la antítesis de la jerarquía y de la mierda del estatus que es lo que se lleva.

No me gustan demasiado aquellos jugadores que tan solo piensan en anotar.
No creo sea tampoco acertado se piense en detrimento de la opinión, que tienen que haber jugadores de todo tipo y que es primordial hayan buenos anotadores en los equipos, porque la pronunciación inicial habla de aquellos jugadores que "tan solo piensan en anotar".
Siempre llegará un momento en nuestra vida en la cual las personas debemos formar parte de un equipo. Es estúpido pensar que no será así. Llegará el momento, llegará un periodo de tiempo en el que formaremos parte de algo y aunque nos cueste asumir otros roles no tan innatos, no hacerlo será un inconveniente para nuestras vidas.
Si eres un jugador de equipo ya sabes lo básico. Si no lo eres, es probable que sea el momento para un poco de desarrollo personal. Aprender a ser un jugador de grupo y aportar cohesión en el equipo tanto en la construcción del juego como en otras lides importantes nos puede abrir nuevas puertas y oportunidades para nuestro crecimiento en lo personal y en lo deportivo donde además se dará el reconocimiento al trabajo grupal y aumentará el volumen de todo lo que podemos ofrecer.

Contribución.
Hacer que las cosas funcionen, las comunes antes que las individuales.

Solidaridad.
Brinda siempre tu apoyo al compañero cuando este haya trabajado bien, independientemente del resultado.

Responsabilidad.
Trabaja con devoción. Cumple las normas. Dale sentido al compromiso adquirido y que tienes con los demás. Asiste y participa. Sé positivo mirando hacia adelante con optimismo. Muéstrate honesto y honrado con los seres que te rodean.

Flexibilidad.
Estar siempre dispuesto a entender que las cosas se pueden desarrollar desde diferentes enfoques y de diferentes maneras, que tú opinión es importante pero nunca vital.

Comunicación.
Comunicarse es de vital importancia. Los problemas hay que solucionarlos desde el entendimiento y antes de que sea inviable su solución. No está mal que la gente sepa en lo que no estés de acuerdo, pero siempre hazlo desde el respeto, la educación y el entendimiento de nuevo. Exprésate con tacto, sobretodo si hay sentimientos de por medio.

Aprende a escuchar.
Hazlo sin juzgar. El equipo lo forman todos sus miembros sin exclusión de ninguno. Nunca intentes llevarte el gato al agua, eso es un síndrome del perfecto egoísmo.

      Emir Preldzic.     


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