...observando a los demás se adquiere conocimiento

Se dice que durante muchos años el proceso de aprendizaje impuesto a las personas se basaba en activar el sistema estímulo/respuesta. Llevo bastantes años pensando que otro sistema de aprendizaje podría ser el observacional, método que requiere un gran esfuerzo, pero conlleva menos riesgo que aprender de los errores, los cuales pueden llegar a veces a ser letales. Las personas de edad avanzada tienen la particularidad de haber sumado entre experiencias vividas y observaciones realizadas un cúmulo de aprendizajes que los colocan en un estatus importante a la hora de afrontar cualquier situación aparecida en sus vidas. Llevo muchos años observando todo tipo de actitudes, conductas y formas de comportamiento, tanto en las vidas cotidianas de las gentes como en el mundo que nos une a unos pocos, el deporte, en este caso, nuestro deporte. Hablando de deportistas, concretamente cuarto de siglo observando multitud de actuaciones, formas de entrenar, disposiciones en las sesiones, en las competiciones, trato con los técnicos, con los compañeros, con los rivales, con las figuras de autoridad y con iguales, vivido y observado miles de situaciones agradables y otras no tanto, falta de valores en gente de nuestro deporte, valores deportivos mezclados con los valores propios de la vida convencional también, buenos y malos hábitos que luego han sido especialmete importantes y claves en la formación del jugador, tanto positivamente como en lo negativo, jugadores con mucha adherencia al trabajo y otros no tanto, deportistas que han entendido el valor del deporte de equipo haciendo siempre el esfuerzo de cohesionarlo, otros no, jugadores que cuidan siempre los detalles, jugadores siempre dispuestos al sacrificio personal para ensalzar la fama de otros, deportistas que minimizaron su amor a si mismo para de una forma generosa ponerse en lugar de otros, jugadores con la disciplina adecuada para priorizar en el grupo siempre y jugadores que sólo priorizaron en ellos mismos.

El pasado mes de julio y después de la maravillosa experiencia vivida en Bilbao, pude empezar a ser concluyente de ese razonamiento, reflexión que me llevó a pensar que efectivamente, observando a los demás se adquiere conocimiento. Ese mismo mes y después de esa experiencia ya hice públicas en este blog esas emociones y sentimientos vividos a flor de piel en aquella maravillosa instalación. Al comienzo y al final siempre hay emociones, emociones que aún perduran porque afortunadamente puedo seguir observando y aprendiendo de jugadores provistos de esas virtudes y valores personales y deportivos que los engrandecen donde quieran que estén y donde quieran que vayan.