viernes, 11 de enero de 2013

...jugadores especiales

Hay quien dice que la estructuración y la construcción de un juego de ataque dinámico y de estilo más rápido depende en un gran porcentaje del protagonismo que tengan los jugadores exteriores. En su defecto, un juego más sólido y controlado suele construirse desde dentro. Esta afirmación hace referencia al hecho de que el entrenador debe hacer que su equipo desarrolle el juego interior.
A raiz del trabajo especifico con jugadores interiores debemos tener en cuenta una serie recomendaciones especiales para la mejora del jugador en posiciones interiores.

Ayudar al crecimiento técnico/táctico del jugador desde la paciencia y por un conducto progresivo para una mayor asimilación del trabajo. Nos equivocamos cuando pensamos que un gesto técnico convencional y típico del juego no debe trabajarse, además se debe hacer hincapíe en la importancia de esa progresión.

Es importante proporcionar una atención individual. Debemos entender que al ser una posición del juego particularmente especial, el pívot debe adquirir conocimientos diferentes y correcciones distintas al resto de jugadores del campo.

Permisibilidad ante el error durante el trabajo. Es importante que el jugador grande se sienta reforzado ante el error y continue manteniendo vivo el deseo de continuar aprendiendo y creciendo como jugador.

No minimizar su confianza reprimiendo su protagonismo tanto en entrenamientos como en partidos. El jugador debe tener la oportunidad de demostrar durante el juego colectivo lo aprendido y desarrollar su trabajo, indistintivamente ante un error o un acierto. 

Orientar al jugador hacia objetivos de realización durante el trabajo. Esos fines deben estar orientados hacia resultados tanto individuales y personales como de grupo o colectivos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario