Mi madre me dice siempre que no entiende como hablo tanto de jugadores de baloncesto, jugadores muchos que además ni conozco, jugadores nada mediáticos, extranjeros y muy jóvenes...yo le digo a mi mami que no tengo yo mucha aceptación por el jugador deslumbrante, mediático y super estrella, que no entiendo tampoco mucho de extranjerias, ni fronteras y que porsupuesto tengo que reconocer que lo que más me pone es seguir el camino y el proceso que realizan los jugadores más jóvenes que preparan su futuro cualquiera que este fuera.
Ya hace algún tiempo que tenía ilusión y ganas de hablar un poquito de uno de estos jugadores europeos y jóvenes que sin deslumbrar, ni formar parte de grandes escenarios como esos jugadores que van disfrazados de fama y glamour, van haciendo camino, y que con su trabajo, capacidad de tomar decisiones deportivas adecuadas para su proceso formativo y porsupuesto no faltos de talento, hacen que cada vez que los contemplo en la cancha de juego e incluso fuera de ella me llamen la atencíon de una manera tan especial y agradable.
Era abril del 2009, iba a presenciar un torneo en Villagarcia de Arousa. Había decidido algunos meses atrás hacerle un pequeño seguimiento a Miki Servera y a Joan Sastre con motivo de su primera convocatoria en diciembre del 2008 con la Selección U18 en un torneo navideño realizado en Onil (Alicante) preparativo para el campeonato de Europa a disputarse en el verano del 2009 en la ciudad francesa de Metz.
Tengo que reconocer que disfruté como nunca, presenciar el juego de ocho equipos con jugadores de las generaciones '91 y '92. Willy Villar que actualmente es el Director Técnico del CAI Zaragoza ya me había transmitido algún comentario sobre algunos jugadores a seguir, sobretodo de la selección francesa como Leo Westerman, Heny Kahudi, Mael Lebrun, el gigantesco Vincent Pourchot o Chistian Cairo por el equipo francés. Por parte italiana los Andrea De Nicolao, Achille Pollonara o Alessandro Gentile, el ruso Pavel Antipov o el checo Ondrej Kouhout también eran jugadores que llamaron mi atención, jugadores importantes en ese torneo dónde por parte española estabamos representados por además de los mencionados Servera y Sastre también entre otros estaban Alberto Jódar, Nacho Guigou, Josep Franch, José Simeón, Chema Gil o el Nacho Llovet.
Repito disfruté mucho con ese segundo torneo internacional que presenciaba después del de Onil en las navidades pasadas, pero de todo lo visto lo que más me llamó la atención en cuanto a jugadores fué la del escolta francés Evan Fournier, jugador previsto de una calidad técnica individual muy depurada (hay que decir que muchos de los jugadores franceses trabajan en una especie de Centro de Tecnificación Federal que regula la propia federación francesa). El escolta francés me impresionó por detalles técnicos efectuados con balón, asi como también su capacidad de jugar tácticamente sin balón. Provisto además de buenas piernas que le facilitaban que prácticamente en ninguna ocasión los rivales le sobrepasaran en el 1x1. Buen tiro tanto tras bote como tras pase desde la media distancia como desde 6'25, mucho equilibrio en sus apoyos permitían que sus acciones y finalizaciones de sus gestos fueran los adecuados y rentables. Otra cosa que me llamó la atención fue su capacidad de liderazgo, protagonismo que junto a su compañero Leo Westerman desarrollaban desde ese punto de humildad, modestia y sencillez. Otro aspecto importante que a muchos puede no llamarles la atención pero que a mi me causa mucha satisfacción presenciar en un jugador de basket es su capacidad de posicionamiento defensivo cuando no defiende al hombre balón, para estar siempre dónde debe para ayudar a su equipo en esas tareas defensivas.
El año pasado también lo pude disfrutar en el campeonato de Europa U20 en la ciudad de Bilbao, dónde España fué oro y dónde el escolta francés de nuevo volvió a brillar, y a mi parecer no sólo por sus números, sino también por esos detalles del juego que de nuevo volvieron a agradarme enormemente.
Escasamente hace unos dias Fournier ha sido elegido en el número 20 de la primera ronda del drafft de la NBA, siendo por cierto el primer europeo, situación que creo asegurar no le de mucha importancia a tal anécdota. Que duda cabe que la NBA formará parte de su camino, no sé cuando, quizás la próxima campaña o en años venideros, lo que si creo acertar es que este chico no se dejará llevar por ningún condicionante que haga que su proceso deportivo como jugador (que todavia no deberia haber acabado), se vea alterado por una mala decisión, situación reitero en la creo tiene el criterio adecuado para tomar esas decisiones.
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