domingo, 8 de julio de 2012

...camino a Davyhulme

Davyhulme, para los que no lo saben, es una pequeña ciudad vecina de la si conocida Manchester. Esa pequeña ciudad nada conocida, poco tiene que ver con lo que a continuación quiero expresar. Allí nació el desconocido David Andrew Phoenix, biólogo inglés, Charles Ewart, héroe que participó en la guerra de Escocia, que aunque nació en Kilmarnock, pasó los últimos 16 años en la ciudad de Davyhulme. Tambíén poco conocido el productor musical inglés Jim Noir es natural de la ciudad británica. Hace ahora 53 años nacía también en esa ciudad el vocalista y cantautor Steven Patrick Morrissey, fundador junto a Johnny Marr del grupo The Smiths y desde 1988 cantante solista.
Dicen que este personaje en cuestión tuvo una infancia de continuo acoso en lo referente a su entorno social, adolescente solitario y oscuro, se refugiaba y vagaba por los oscuros laberintos paranormales de los textos de Oscar Wilde. Leía a Goethe y a Thoureau y como al más puro estilo de Descartes este muchacho de rostro pálido, cuerpo escuálido, flequillo alargado y verdes ojos, que además poseia una timidez tremenda, le repulsaba la mediocridad, la ordinariez y siempre predominaban en sus pensamientos, acciones y discursos un alto grado de melodramatismo que luego reflejaría en las letras de sus canciones.
Durante una larga etapa de su fama que predominó durante la década de los 80, ya que el grupo de culto inglés brillaba en el panorama musical mundial, el cantante fué calificado de manera tajante y señalizante como homosexual. Las portadas de sus discos contenian imágenes de chicos mostrando sus torsos desnudos, en multitud de ocasiones plasmaba imágenes del bello y mito sexual James Dean en el fondo de sus conciertos. Morrissey empezó a coquetear con comentarios hacia los propios miembros de su banda: "No sois tan héteros como creeis", las señales y guiños gay tan transgresores en esa época siguieron apareciendo en las tapas de los singles. Quizás Morrisey fuera, al igual que rechazaba la mediocridad y la vulgaridad, un devoto de la belleza, da igual de dónde procediera o quiénes la atesoraran.
La gente  piensa, cree, pregunta sobre la definición sexual de otros, otros que durante poco, mucho o todo el tiempo ignoran esas preguntas. Porqué los homosexuales o bisexuales deben reconocer publicamente cuáles son los tipos de procesos afectivos de los que disfrutan. Yo no voy diciendo por ahí que soy héterosexual, nadie lo hace normalmente. Morrissey comentó por fin que se negaba a "reconocer los términos hétero, bi y homosexual", porque "todos tenemos exactamente las mismas necesidades sexuales". Esta predicción transgenérica coloca al cantante en el olimpo y como dicen las grandes mentes y pensadores de la humanidad, ¿somos héterosexuales por el condicionamiento social, la educación religiosa y otros muchos parámetros que nos guian hacia este término sexual? o quizás seamos todos biológicamente y fisiológicamente hablando seres sexuales.

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