1. El enrenador tiene poder, pero la autoridad sólo te la otorga el jugador. Autoridad: si ; Autoritario: no.
2. El jugador debe sentirse responsable, hemos de llevar el problema a su tejado, hagámosle pensar.
3. Admitamos que no estamos avanzando y hablémoslo.
4. No debemos pretender cambiar totalmente al jugador, los pequeños objetivos dan pequeños éxitos, y los pequeños éxitos llevan a grandes logros.
5. En los ambientes cálidos siempre hay menos conflictos que en los frios y distantes.
6. Censuremos los hechos, no a las personas.
7. Debemos corregir desde un clima de complicidad y entendimiento.
8. Siempre conviene que entrenador y jugador trabajen como colaboradores y no como contrincantes.
9. En caso de conflicto se necesita una ayuda personalizada, nunca una dósis estandarizada del reglamento.
10. Al jugador con problemas debemos trabajarlo e integrarlo, si queremos eliminarlo y reprimirlo, resurgirá con más fuerza mañana.
Sin duda, de lectura obligatória por todos los entrenadores, sobre todo de categorias de formación. Muy bueno.
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