A veces es una molestia personal el hecho de percibir que hay cosas que ya damos por hechas. Como se comentó hace algunos meses, el baloncesto es un juego y en los juegos el factor de la incertidumbre tiene una presencia sin igual. Se suponen tan ridículos fundamentos a la hora de concluir quiénes ganarán en los juegos a disputar que hasta me hace gracia compararlo con la creencia que por lo contrario son tantos los condicionantes que se pueden dar en un resultado final después de disputar un partido de baloncesto que me parece un total absurdo ser tan concluyente.
El resumen es que muchas veces (y si no, no sabemos cuando), que todo el arsenal de técnica y táctica que se desarrolla en un partido, además de otros cientos de parámetros cambiantes en un partido (por no hablar de lo que pasa en el trabajo diario), no prevalezca antes que la calidad de unos jugadores o los euros que cuesta contratarlos.
Hace un par de años el dominio abrumador a nivel económico del equipo moscovita del ejercito ruso se enmudeció en el último segundo de la final por realizar una ayuda innecesaria su mas flamante reciente fichaje y mejor pagado del continente proveniente de la NBA contra un equipo que había sufrido la crisis del país y haber mega descendido su presupuesto comparado con años anteriores. Después podemos decir que durante las dos últimas ediciones de Euroleague, jamás un equipo había dominado la competición de forma tan absoluta como el equipo de Madrid. Luego, de forma inexplicable para la mayoría de pitonísos y quinielistas. el cetro se escapó de las manos de los madridistas.
Este año unos dirán que aunque el Real Madrid no está igual de rotundo como años pasados, el hecho de jugar en casa será clave. Algunos afirmarán que la mezcla de buen juego, con la calidad de la millonaria plantilla y el conocimiento de este deporte que ha ejercido su entrenador novato pero absolutamente capacitado para generar en el grupo la importancia del trabajo diario, hará que esta mezcla de el titulo al CSKA de Moscú. Otros afirmarán que el equipo que nadie esperaba, la cenicienta, el que no tiene nada que perder porque curiosamente en esas quinielas pocos apostaban por ellos, sean los que al tener menos presión den la sorpresa, y por último, el equipo emergente, también millonario, muy reforzado y sobretodo con su comandante al frente con 8 títulos conseguidos con cuatro equipos diferentes, sea quien se lleve la victoria a tierras turcas.
Hoy mi homenaje a aquellos que basan sus prioridades del resultado en el trabajo semanal, que entrenan para jugar tácticamente bien y que además sus jugadores sean un poco mejores cada día.
Aquellos que cuando algún jugador no llega a una ayuda le resta un punto en la valoración personal de intangibles.
Aquellos que entienden que a pesar de saber que tienen grandes estrellas y sobresalientes jugadores les exige igual que a los de "menos calidad" (igual hasta deberíamos exigirles a estos un poco mas).
Aquellos que son honestos en sus decisiones y fieles a su filosofía independientemente de la multitud de ataques recibidos.
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