A veces estando literalmente
solo, en otras ocasiones estando completamente rodeado de gente. Pero
creo, y solo digo creo, que la soledad en muchos casos no depende de la
compañía o la falta de ella, sino de la comprensión de nuestros estados emocionales.
Una
de las más fuertes necesidades del ser humano es la necesidad de
sentirse comprendido. Todos en mayor o menor medida lo necesitamos,
porque es precisamente esa falta de comprensión la que genera la soledad
o la frustración, mientras que la comprensión la ahuyenta y calma
nuestro espíritu.
La soledad, como la mayoría de la emociones, no depende tanto de lo que
sucede a nuestro alrededor, sino de lo que sucede en nuestro interior.
Por eso es tan importante aprender, crecer y cambiar para ser más
conscientes de lo que sucede dentro de nosotros y aprender a cambiar y
tomar el control de esas situaciones lo más rápido posible.
Javier Iriondo.
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