sábado, 27 de junio de 2015

Cuando el marcador no era lo de menos pero tampoco lo más importante

Exactamente hace unos minutos...y 22 años después, el bueno de Pedro Durán lanzaba el balón por encima de la reja que separaba la pista del colegio Gabriel Janer Manila del Pla de na Tesa con un campo de naranjos.  Después de 26 horas, 12 minutos y 41 segundos y con un resultado de 2677 a 2516 se daba por concluido  aquel Record de permanencia jugando a baloncesto entre dos equipos de 12 jugadores cada uno.
No tengo intención de recordar mucho más de aquello, solo quería aprovechar la efeméride (aunque he de reconocer que no es un ejemplo demasiado adecuado), para resaltar la creencia de lo equivocado que estamos en general cuando poco a poco estamos concluyendo que los partidos de competición tan solo tienen un fin, un fin que está terminando de forma definitiva con lo que es realmente importante para todos los jóvenes que practican un deporte, al menos para los más jóvenes, ya que supongo que el otro baloncesto, el de la élite es otro cantar...y ahora que lo menciono curiosamente ya no acierto a diferenciar un baloncesto de otro.

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