lunes, 20 de octubre de 2014

Cuando la sencillez nos embarga

El paso de los años junto a la observación constante debe avalar nuestras reflexiones y valoraciones de todo lo que acontece a nuestro alrededor. Esa experiencia y esa observación me ayuda a entender el porqué pueden suceder episodios maravillosos en las vidas de algunas personas que se confiaron de forma recíproca multitud de episodios y vivencias, vivencias que a buen seguro sobrepasaban lo profesional y llegan a lo personal.
 Algunos dicen que nada es por casualidad y que todo tiene un porqué. Hace algunos meses ya quise aquí poder transmitir y sincerar lo que sentía referente a la quema de etapas por el conducto adecuado de como estructurar un camino en el cual haciendo las cosas bien, careciendo medios de los que otros disfrutan pero compensado por un talento sin igual, algunas personas conseguían que los pequeños proyectos se traduzcan en hechos tan meritorios que el mundo reconozca esa labor bien hecha y manufacturada desde la humildad, el trabajo, la perseverancia y por supuesto, repito, de un inmenso talento.

Hoy tengo un poco de envidia de algunos colegas que en algún momento de su etapa deportiva y también la personal coincidieron con algún otro que en este caso mostraba en su día a día un prestigio social que causaba admiración por su actitud siempre, prestigio social avalado gracias a su templanza, trato y educación, y todo ello sin estar acompañado de ningún tipo de estatus de parafernalia. Una manera de afrontar todas las situaciones personales, las públicas y las profesionales con un alto grado de plenitud psicológica, un encanto especial y perpetuo, sin ningún tipo de acto involuntario y si con una muestra continua de cualidades evidentes y naturales con las que nutria seguro todas sus relaciones personales con las personas de su entorno fuera cual fuere. Los que lo conocieron saben de lo que hablo.



Como anécdota puedo recordar que protagonizó unos de los momentos mas significativos y emocionantes en mi pequeño mundo, cuando hizo debutar en una liga profesional a un joven jugador de apenas 16 años, el cual de una forma directa ha marcado parte de mi vida deportiva y por supuesto la personal. Solo fueron unos minutos, pero fueron el inicio de una pequeña historia que curiosamente en estos días presentes deberían de compartir de nuevo ambos.


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