sábado, 10 de agosto de 2013

La utopía es la antesala de la realidad

Pregúntale a un habitante perteneciente al siglo XVII si podía imaginar que en un futuro iba a escuchar la voz de un ser querido que se encuentra a miles de kilómetros a través de un fino cable o incluso sin el.
La búsqueda de lo ansiado, lo necesitado o deseado nos mantiene vivos y contribuye a nuestra calidad de vida en muchos de nosotros, en algunos casos hasta es esencial para poder seguir viviendo de forma armónica.
Los famosos sueños imposibles son aquellos que no pertenecen a la realidad y la realidad es que aquel que tan solo cree en lo que ve no puede formar parte de la realidad de las cosas, lo real se crea, se construye, se trabaja, el futuro es irreal hasta que se convierte en presente. Yo prefiero creer para ver.
El conservadurismo es la fe del perdedor, quien se mantiene impasible mantiene la vida en estado de coma, su vida es incompleta para el y los sueños honestos, cultivados y trabajados son los auténticos motores de la vida y su calidad.
Vivir sintiendo un sueño y un deseo es vivir alimentando un gozo que nos hará vivir aún más y mejor.

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