Podemos botar cuando no toca y no perder la posesión del balón, podemos hacer una mala selección en un lanzamiento y anotar, e incluso al revés...pero como retardemos o anticipemos un pase en su ejecución, seguro lo perderemos.
Esa es una reflexión que destaca la importancia que debería tener realizar un pase en el momento preciso.
Es muy importante dominar la técnica de cualquiera de los pases a ejecutar, también aplicar la táctica individual a modo de la elección de ese pase en detrimento de otro de los fundamentos a utilizar, además el tipo de pase más idóneo a efectuar dependiendo de la situación. Todo este trabajo lo llevamos a cabo de manera muy asidua, pero, ¿trabajamos regularmente la manera en la que el jugador desarrolle su capacidad sensorial/motora de manera coordinada para ser eficaz en el "tiempo de pase"?
Quizás en el baloncesto de alto rendimiento veamos que esa capacidad de toma de decisión en cuánto a visualizar la línea de pase y ejecutarlo sea en general buena y en unos pocos hasta notable, pero en formación es muy palpable presenciar la cantidad de pases que se dan tarde o en su defecto aquellos pases que nunca se llegaron a dar cuando la situación de lectura así lo reflejaba.
Y para poner un ejemplo claro, mi señora madre me pregunta presenciando un partido por televisión, si cuando el base griego tiene el balón, ese mismo balón es su tercer ojo.
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