El otro día leía una entrevista que le realizaban a un entrenador de baloncesto, que como el mismo dice es de formación y está en proceso de formación. Una de las preguntas iba muy enfocada a relacionado con trabajar para formar o trabajar para ganar y la compatibilidad de estos dos tipos de trabajo. Comentaba que en definitiva era un proceso, un proceso que logicamente se iniciaba con un "adecuado" trabajo técnico que por lo visto es la base de los conceptos técnicos/tácticos previo al trabajo final de táctica colectiva. Este entrenador decía que después de ese proceso de trabajo elemental y fundamental ya debíamos pensar en como podemos hacernos con la victoria durante la competición dónde ese grupo se encuentre. Yo me pregunto después de escuchar esas palabras, si la moraleja de esta idea es que no se debería competir "para ganar" hasta que esa etapa elemental de trabajo técnico y dominio de los fundamentos técnicos junto con un adecuado desarrollo de táctica individual a nivel de toma de decisiomes al aplicar esos fundamentos haya concluido. Y digo esto porque entiendo de que si esto es cierto o al menos está impregnado de un alto nivel de sentido común y lógica deportiva, entonces entro en un dilema relacionado con la labor que debemos hacer los entrenadores en nuestro trabajo formativo respecto al proceso de conseguir que nuestros jugadores acaben siendo jugadores integros técnicamente hablando.
Punto 1. El entrenador deberia excluir la idea de desarrollar métodos, ideas y formas de cómo llevarnos una victoria en la competición semanal, al menos en algunas etapas, edades o categorias de los grupos dirigidos, las cuáles minimizan de una forma muy directa de la que "podría ser" la progresión y proyección técnica del joven jugador que nunca será.
Punto 2. Si estamos en una de esas etapas en las que el jugador está focalizando todo su trabajo en desarrollarse como un baloncestista integro en lo referente a fundamentos técnicos que es la base para un trabajo posterior y extraernos de la rutina semanal la competición cotidiana, quizás estamos reprcutiendo en que ese joven no aprenda a competir y valorar la victoria echando por tierra un parámetro que forma parte de la naturaleza humana "o no" como es competir sólo para ganar.
Punto 3. Lo ideal podría ser que los entrenadores continuemos predicando lo que luego no llevamos acabo. Que de una manera abrupta e interesada reconozcamos que si debemos enfocar nuestro trabajo en lo que realmente somos, entrenadores de formación , aunque realmente luego nos dejemos llevar por esa condición humana desarrollada desde hace millones de años que lamentablemente elimina el desarrollo de valores y principios que harian que el deporte, la sociedad y la vida en general fuera mejor.
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