El conocido periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano tiene la siguiente visión sobre el "descubrimiento de América", acontecimiento histórico:
¿Cristobal Colón descubrió América en 1492? ¿o antes que el la descubrieron los vikingos? ¿y antes que los vikingos? Los que allí vivían, ¿no existían? Cuenta la historia oficial que Vasco Nuñez de Balboa fué el primer hombre que vió, desde una cumbre de Panamá, los dos océanos. Los que allí vivían, ¿eran ciegos? ¿quiénes pusieron sus primeros nombres al maíz, la patata, el tomate y al chocolate? ¿y a las montañas y a los rios de América? ¿Hernán Cortés o Francisco Pizarro? Los que allí vivían, ¿eran mudos? Nos han dicho, y nos siguen diciendo, que los peregrinos del Mayflower fueron a poblar América. ¿América estaba vacía? Como Colón no entendía lo que decían, creyó que no sabian hablar. Como andaban desnudos, eran mansos y daban todo a cambio de nada, creyó que no eran gentes de razón. Y como estaba seguro de haber entrado al Oriente por la puerta de atrás, creyó que eran indios de la India. Después, durante su segundo viaje, el almirante dictó un acta estableciendo que Cuba era parte de Asia. Los conquistadores exigían que América fuera lo que no era, no veían lo que veían, sino lo que querían ver: la fuente de la juventud, la ciudad del oro, el reino de las esmeraldas, el país de la canela...
Los que pertenecemos a este mundo del baloncesto, todos, nacemos, crecemos, progresamos, nos estancamos, cosechamos éxitos, acumulamos derrotas, padecemos lesiones, ganamos títulos, perdemos o ganamos finales...una larga lista de experiencias que condicionan globalmente nuestras carreras deportivas. Todas estas experiencias y el camino recorrido son las verdaderas razones que hacen que un jugador sea el jugador que es o que fué, desde su inicio hasta su retirada. Suelen ser esos motivos, ese acumulamiento de situaciones experimentadas, trabajo diario, competiciones realizadas, entornos habídos, familias, entrenadores y compañeros todos...los que hacen sin excepción que uno sea tal como es.
Nuestro mundo esta repleto de descendientes de "grandes" descubridores, descendientes de Colón, personajes de nuestro baloncesto que continuamente se atribuyen el mérito del descubrimiento, alardeando de excelsa capacidad de detección del talento y que cuando las circunstancias o coincidencias hacen que esos jugadores salgan a flote y cosechan éxitos o realizan un gran juego, no tardan en colgarse las medallita...susodicha medallita corresponde al jugador y sólo a el, y si tuviéramos que atribuir ese mérito al descubrimiento del jugador maravilloso tendríamos que pensar más que nadie en su señora madre, que fúé realmente quien descubrió a ese maravilloso y talentoso jugador el día del parto.
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