Rueda de prensa jugador Nº 1:
Si nos creemos favoritos y no afrontamos todos los partidos con humildad tendremos problemas.
Declaraciones del jugador Nº 2:
Sin duda alguna somos favoritos y así hemos de afrontarlo.
Entrevista al jugador Nº 3:
Las bajas de los rivales son muy importantes, quedan mermados, y eso sin duda hay que aprovecharlo.
Comentario del jugador Nº 4:
Que nadie piense que el rival pese a tener ausencias queda tocado y deja de ser peligroso.
Diagnostico del jugador Nº 5:
No ganar una medalla sería un fracaso y hemos de saber jugar con esa presión.
Entrenador:
No debemos tener en mente los metales, el trabajo y el día a día nos pondrá en el lugar que nos toca.
martes, 29 de julio de 2014
sábado, 26 de julio de 2014
Pura energía
Durante gran parte de la historia de la humanidad, la ciencia existente en aquellos periplos de tiempo, determinaba que cada energía estaba separada y no tenía relación con otras. Después se dijo, porque al parecer se descubrió, que la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma.
No sabemos si al morir cambiamos de forma o si simplemente desaparecemos. Quizás solo modificamos la manera en lo que somos o estamos.
En esta nuestra vida observamos como la gente conduce cada propia existencia hacía una o varias direcciones, somos unidireccionables o multidireccionables. Son muchos o pocos los caminos que tomamos, decidimos en que emplear nuestro tiempo sea cual sean esas necesidades, ya sean de obligación, responsabilidad y compromiso, o incluso las propias del ocio, en definitiva un estrato intermedio de todas ellas.
El proceso de la vida tiene un inicio, varias fases intermedias y lógicamente un fin, lo mismo ocurre con nuestras ocupaciones, también tienen un proceso, ese proceso tiende a ir fluctuando a medida que transcurre y es la pérdida de energía un gran condicionante para que ese proceso se desvanezca poco a poco, supongo es de naturaleza y de condición humana/animal.
Ser decano con diferencia en su parcela, seguir transmitiendo sapiencia adquirida y no encerrar conocimientos para otros es de mucho mérito...
...pero no sabría encontrar calificativo a alguien que además de todo eso es capaz de seguir innovando, investigando, probando y acertando, siendo decano...
...yo lo llamaría pura energía.
No sabemos si al morir cambiamos de forma o si simplemente desaparecemos. Quizás solo modificamos la manera en lo que somos o estamos.
En esta nuestra vida observamos como la gente conduce cada propia existencia hacía una o varias direcciones, somos unidireccionables o multidireccionables. Son muchos o pocos los caminos que tomamos, decidimos en que emplear nuestro tiempo sea cual sean esas necesidades, ya sean de obligación, responsabilidad y compromiso, o incluso las propias del ocio, en definitiva un estrato intermedio de todas ellas.
El proceso de la vida tiene un inicio, varias fases intermedias y lógicamente un fin, lo mismo ocurre con nuestras ocupaciones, también tienen un proceso, ese proceso tiende a ir fluctuando a medida que transcurre y es la pérdida de energía un gran condicionante para que ese proceso se desvanezca poco a poco, supongo es de naturaleza y de condición humana/animal.
Ser decano con diferencia en su parcela, seguir transmitiendo sapiencia adquirida y no encerrar conocimientos para otros es de mucho mérito...
...pero no sabría encontrar calificativo a alguien que además de todo eso es capaz de seguir innovando, investigando, probando y acertando, siendo decano...
...yo lo llamaría pura energía.
sábado, 5 de julio de 2014
Parqué flotante
Su retrato es el adorno más hermoso de mi casa, las solo tres paredes de mi habitación están aderezadas de maravillosos recuerdos de antaño, pero nada comparado con su rostro.
Por el día hacemos de nuestra vida algo similar a la de los otros, de noche, en la soledad de cada cuarto, somos nosotros, soy yo, a veces sobrecogido y casi siempre desconcertado. La noche te obliga a escupir lo que realmente eres y sientes, lo que ansías y deseas, te ilusiona y a veces también, lo que te parte en dos.
En la vida de los jóvenes, vida deliciosa y de derramado legado de energía y entusiasmo, podemos entrever las palpitaciones del corazón cuando el deseo se funde en un abrazo con la emoción que traduce los sentimientos a modo de pasión, los no tan jóvenes también.
En alguna parte recóndita de nuestro disco duro se forma un bucle interminable que no consiente la realidad de parte de la vida que no germina ni termina de consagrar como somos, lo que somos, y en alguna otra esquina de nuestro órgano de mando también existe otra cadena de montaje sin fin que gira y gira dándonos la fuerza necesaria para no darnos por vencidos y seguir luchando por los demás, por lo que amamos y a quienes protegemos.
Ya son demasiados años de desequilibrio sentimental, muchos años de añoranza brutal que ponen a prueba diariamente a ese disco duro que no descansa y empieza a comulgar con la duda que da la lucha entre la fuerza del amor fraternal y la del amor a uno mismo.
Mi desdicha no es la desgracia de quien está sumido y enganchado al proceso afectivo con otros, pero si al sufrimiento de aquel que ama sin remisión.
Cuando de día me poso sobre la tarima de tabla flotante, de la cual percibo ese bamboleo que amortigua todo mi peso en su base de madera, me siento bien, es de día, mi vida es similar a la de otros; cuando llega la noche, ese parqué flotante ya no me da tanto equilibrio ni seguridad, me siento inestable y trastornado pensando que me deparará el mañana.
Por el día hacemos de nuestra vida algo similar a la de los otros, de noche, en la soledad de cada cuarto, somos nosotros, soy yo, a veces sobrecogido y casi siempre desconcertado. La noche te obliga a escupir lo que realmente eres y sientes, lo que ansías y deseas, te ilusiona y a veces también, lo que te parte en dos.
En la vida de los jóvenes, vida deliciosa y de derramado legado de energía y entusiasmo, podemos entrever las palpitaciones del corazón cuando el deseo se funde en un abrazo con la emoción que traduce los sentimientos a modo de pasión, los no tan jóvenes también.
En alguna parte recóndita de nuestro disco duro se forma un bucle interminable que no consiente la realidad de parte de la vida que no germina ni termina de consagrar como somos, lo que somos, y en alguna otra esquina de nuestro órgano de mando también existe otra cadena de montaje sin fin que gira y gira dándonos la fuerza necesaria para no darnos por vencidos y seguir luchando por los demás, por lo que amamos y a quienes protegemos.
Ya son demasiados años de desequilibrio sentimental, muchos años de añoranza brutal que ponen a prueba diariamente a ese disco duro que no descansa y empieza a comulgar con la duda que da la lucha entre la fuerza del amor fraternal y la del amor a uno mismo.
Mi desdicha no es la desgracia de quien está sumido y enganchado al proceso afectivo con otros, pero si al sufrimiento de aquel que ama sin remisión.
Cuando de día me poso sobre la tarima de tabla flotante, de la cual percibo ese bamboleo que amortigua todo mi peso en su base de madera, me siento bien, es de día, mi vida es similar a la de otros; cuando llega la noche, ese parqué flotante ya no me da tanto equilibrio ni seguridad, me siento inestable y trastornado pensando que me deparará el mañana.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)