Tristeza que alarga el día,
careciendo de ideas estoy,
sin razones y en el límite de la sombra de la extinción,
sin valorar mis privilegios, quizás mañana ni sabré los tuve,
deseando no llegar a viejo me siento,
con el desencanto de mi añoranza cruel,
sin fuerza, sin intuiciones, sin apoyo y sin estrategia, sin minuciosa laboriosidad,
con toda la libertad pero sin nada de autonomía para sentir,
sin principios y ya sin la ambición de encontrar el pequeño flujo de su presencia,
como diría aquel,sin hueco en el que anidar,
ni hábitos en los que mantenerme,
secuencia de un derribo inminente,
ya solo con un pasado, sin vivencias del hoy,
sin miedos que transmitir y sin nada por construir,
cero emociones por evadir,
síntomas de la nada y caminos que rechazar que no me llevan a nada,
próxima parada,
pasaporte a la oscuridad de las aguas oscuras de un mar de desaliento.
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