viernes, 14 de junio de 2013

...agraciado y agradecido ...

Cuando me dijeron hace ahora cuatro años que el "glamour" desaforado entorpecía nuestros deseos de continuar una nueva etapa de ilusiones, trabajo y proyección siendo parte y vida de otros, pensé que aquella situación se derrochaba y desperdiciaba de forma total, ahora lo que pienso es que el maravilloso destino haría que aquella intromisión en la programación inicial nos llevaría a pasar de nuevo cuatro nuevos años de total disfrute y aprendizaje al lado de nuevos jóvenes irrepetibles repletos de valores humanos y derroche de virtudes que han ayudado a convertirnos en mejores personas.

Llegar a reflexionar y exclamar varias veces que uno de ellos se iba a convertir en un ser de humanidad tan elevada que podría catalogarse con unanimidad como la elección de la mejor persona que hemos conocido y que se conoce en nuestro entorno más amplio.
Observar como alguno de ellos y todos los días, te va mostrando la mejor y adecuada manera de como comportarse, como pensar y actuar dentro de cualquiera de las situaciones que una persona pueda afrontar en la vida, algo así merece total respeto y admiración.
Sentir como aquel al que exiges, arengas, criticas y a veces incluso excluyes, te va mostrar de forma especial ese proceso de afecto que crece a medida que ambos se conocen y se entienden, percibir algo así no tiene precio y te hace sentir especialmente agraciado y orgulloso, ya que en el fondo la comprensión de las cosas tiene ese punto de aprecio que une a las personas.
Encontrar alguien que demuestra a diario que potencia de manera excelsa los valores que servidor persigue en la personas en esas multitudinarios análisis de conducta, ver como una vez y otra también alguien regala a diario valores tan importantes como la empatía, la tolerancia, la comprensión y la solidaridad continua en todos sus gestos, encontrar a alguien así sucede una vez cada diez años, no menos.
Sentir que uno de ellos es capaz de sacrificarse por los demás de manera continuada, que esa capacidad de aguante ante cualquier situación demostrando una y otra vez que el grupo es lo más importante sin menospreciar jamás a nadie, eso también es especialmente digno de destacar y difícil de igualar.
Y por último pensar y saber que existe alguien que sin saber ciertamente los porqués, te da bienestar y paz a diario, sentir el deseo nuevamente de disfrutar de su presencia cuando está ausente, percibir emociones difíciles de explicar cuando consigues verle la sonrisa y que saber que se encuentra bien y feliz te da motivos para estarlo tú también...eso también te hace sentir agraciado y agradecido.


Ahora tan solo puedo recordar las palabras de aquel que dijo que menos mal de aquella programación que se fue al traste, ya que ello nos llevo de nuevo a uno de los mayores de los gozos que pueda experimentar ser humano, ello nos llevo a compartir durante estos últimos cuatro años de nuevo la mejor de las experiencias en todas sus amplitudes...tanto la del aprendizaje como la fraternal.

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