Decálogo del juego sin balón (I)

A veces hemos oído eso de que un buen jugador debe dominar los fundamentos técnicos individuales. Los que piensan que el "juego sin balón" también debería considerarse un fundamento, ya sea técnico o táctico, deberían tener en cuenta otros parámetros a desarrollar como entrenador.

Me pregunto porqué no se tiene una metodología propia de  enseñanza del juego sin balón al igual que la tenemos con cualquiera de los otros fundamentos, o ¿a caso tampoco se tiene esa metodología de trabajo en el proceso de adquisición de esos importantes fundamentos técnicos individuales?

Si la creación del juego de un equipo parte de la distribución y ubicación de los jugadores en el campo, me pregunto porqué no trabajamos también el "orden" en lo que concierne por ejemplo a la dirección del grupo. 

Es muy difícil crear desde el desorden.

Cualquier jugador tiene que poder moverse en un contexto o escenario estable en el que las rutinas de funcionamiento estén absolutamente integradas en el grupo de jugadores, es decir, un equipo. Un jugador no puede crear por si mismo, un jugador debe poder crear dentro de. Los  grupos y todo lo referente a un colectivo cohesionado se mantiene como tal gracias a los llamados objetivos comunes, porque cuando esos objetivos comunes no se dan y sólo los individuales imperan entonces el grupo se deteriora, el orden muere y se acaba la creación del juego. 

Es verdad que finalmente consumimos nuestro juego en el 1x1 con balón, pero ese 1x1 con balón empieza siempre con el 1x1 de todos sin el balón y eso debe traducirse en una mínima capacidad de desarrollo de esos fundamentos, una perfecta ocupación de espacios en el campo y la coordinación del espacio-tiempo, ello consolidado con la adquisición de las habilidades perceptivas, ya que el juego sin balón muy nutrido está de esas percepciones.
El mensaje resume que la construcción del juego necesita del 40% del juego sin balón sobre un 50%, es decir, ese "orden" debería ser un imperativo en todo lo que se relacione con el funcionamiento y la marcha de un equipo.
Jugar bien sin balón y jugar bien al baloncesto es un binomio que se da la mano y el objetivo final de un buen creador del juego es encontrarse con algún entrenador gilipollas que diga:
"Está claro que con esos jugadores yo también ganaría".