viernes, 25 de marzo de 2016

Los valores de un entrenador como herramienta de trabajo

Las cuatro "H" de algún entrenador.
Lo que escribo ahora supone una quinta"H", la de mi Homenaje desde aquí a algunos entrenadores que tienen claro cual es el camino adecuado para el desarrollo formativo de los jóvenes deportistas con los que se adquiere una responsabilidad directamente proporcional y paralela a la enseñanza del baloncesto y su aprendizaje como labor diaria  ya que sólo el hecho de competir ganando o perdiendo no nos otorga el derecho a definirnos como formadores, educadores y ni tan siquiera entrenadores.
El deporte actual por si mismo  no es educativo debido a docenas de factores casi siempre externos y que vienen dados por una educación inadecuada o por la propia competición en sí misma, El recorrido en las etapas de aprendizaje y en consonancia con la formación educativa correcta tiende a emborronarse con el deseo de tener o figurar y eso el algo que ahora mismo nos ciega y que nos agasaja, haciendo que nos dirijamos a utilizar aquellos métodos que nos acercará más a hacer apología de la educación a ganar o a perder que a la de la enseñanza, su aprendizaje y el desarrollo de lo que algunos entienden como una higiene deportiva adecuada.
El deporte puede construir pero también puede destruir cuando lo enfocamos al camino inadecuado, aquel que va relacionado directamente con el "tener" en detrimento del "ser".

Gracias por tú Honestidad porque siempre te mostraste como realmente eres, franco y cabal.

Gracias por tú Honradez, porque siempre tuviste presente el desarrollo de la ética formativa y sin perder la moralidad necesaria para el desarrollo de los valores en el deporte y en la vida.

Gracias por mostrarte siempre tan cercano, por otorgar siempre toda tú confianza dando señas de completa Hermandad allí donde te encuentres.

Gracias por no haber mostrado jamás un ápice de indecencia, por tú integridad total como formador y por ser siempre tan considerado, algo que refleja la Humanidad que atesoras como persona.




sábado, 19 de marzo de 2016

Lo convencional del amor como un absurdo

Sentirse dolido y triste por no percibir en ninguna medida brotes de afecto o de cariño por las personas a las que se quiere de forma incondicional suele suponer un efecto de sentimiento obsesivo hacia esas personas.
En algunos casos esa no correspondencia puede desembocar en problemas psicosomáticos y comportamientos negativos que podrían dar paso a conductas protagonizadas por los efectos de la ansiedad e incluso en actitudes depresivas o cuánto menos cambios bruscos de humor.
Ahí será cuando debamos ser capaces de desarrollar valores y actitudes positivas para con esas personas tan amadas, ser empaticos y comprensivos con ellas valorando la mas que segura certeza de que sólo porque alguien no te quiera como tú desearías, no significa que no sienta absolutamente nada por ti.


sábado, 12 de marzo de 2016

Falsa honestidad

Desarrollando alguna actividad que nos emociona, de pronto y muy de lejos aparece una persona que nos alumbra..Nos fijamos y nos embarga tanto su quehacer que incluso pensamos en adaptarlo como reflejo propio hasta llegar al punto de propia idealización. Ese aura grandilocuente hace que veamos al otro en todo su esplendor, donde sus fallos y manifestaciones erróneas  son percibidos como lejanos y tangenciales, no corresponden en absoluto a su perfil de magnanimidad y lo desechamos de nuestra memoria. No nos basta idealizar al otro, sino que necesitamos incluso llegar a la admiración.
Este vocablo nos indica que estamos contemplando con interés y placer algo (en este caso alguien) de cualidades extraordinarias. Esta persona se inmortaliza en nuestros fueros internos.Todo lo que hace es único y mágico. Apreciamos a esta persona y acabamos admirando alguna peculiaridad que resalta en ella por encima de las demás, haciéndonos tener incluso grandes brotes de creencia estúpida de auto realización.


Esa persona a la que tenemos en lo más alto de nuestro altar nos ha demostrado de forma vital la manera de conseguir el éxito que todos ansiamos yendo por el camino correcto, el lo ha conseguido de forma general, ha sabido ser fiel a sus creencias manifestando de forma clara sus intenciones de forma adecuada y sabiendo como  desarrollarlas, a pesar de algunas críticas envueltas del egoísmo interesado de algunos desalmados sin conocimiento.
Desde el inicio de nuestra era, las personas han ambicionado los logros, éxitos y victorias y han elegido y desarrollado esas intenciones y objetivos yendo por el camino incorrecto, el camino lastimoso, el egoísta y el inadecuado, trazando una ideología tremebunda que no hace más que interceder en los hábitos correctos y dañar a la educación deportiva correcta y los procesos apropiados de cada etapa en pos de su gloria personal. Lo peor no es alterar el conducto adecuad, lo peor es que se hace a sabiendas de lo que está mal y lo que no. Estamos equivocados al pensar que el camino abrupto es el adecuado para conseguir nuestros intereses del "tener" a contrario del "ser", y digo eso porque ese al que admiramos de falsa forma lo ha conseguido sin desviarse.

Me da mucha pena leer los contenidos de admiración de muchos que ven en otros su referencia y que desarrollan absolutamente el camino horrendo o al menos contrario al que proponen estos.
No confundamos el hecho de admirar a alguien con el hecho de tacharlo como referente cuando en ese camino de desarrollo emocionante nos centramos en ser la antítesis total a esos a los que llamamos referentes.