sábado, 9 de febrero de 2013

Credibilidad

No me creo que hacerse entender o tener y demostrar un alto grado de credenciales culturales o repartir conocimiento o argumentar con gran sapiencia sobre un tema en cuestión es sinónimo de ganarse la credibilidad entre la gente, un grupo puntual o alguien de tú entorno. Saber mucho de algo no te asegura esa credibilidad y a veces ni tan siquiera ser coherente te ayuda a ello.
El que quiera vestirse con la ropas de esa credibilidad para conseguir algún objetivo en concreto deberá mostrar de una forma clara y profunda su filofofia y principios, ser muy práctico y que su mensaje tenga aplicabilidad, tener convicción y entender que es un trabajo lento, de pasos precisos, seguros, envolventes y profundos.
Los factores no verbales, es decir, los conductuales son factores altamente asociados a la credibilidad. La exactitud de la memoria tiene vital importancia ya que en un grupo de trabajo dónde uno es el guia, un testimonio inadecuado y contenido engañoso podrá provocar distorsiones en la memoria de los que deben darte esa credibilidad, o sea, el contenido de esas declaraciones no deben extraviarse nunca, ni una sola vez, de la que es tú filosofía y principios aplicados o comentados anteriormente.

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