Si eso lo transferimos al baloncesto, podemos decir que tirar, botar o pasar...o lo que es lo mismo, aquellas cosas que hacemos con el balón, toma menos importancia ya que son pocas veces las que disponemos de ese privilegio.
Si dividimos porcentualmente el 100% de un partido, nos da que un 50% del partido atacamos y otro 50% defendemos. Si tomamos ese 50% de ataque y lo dividimos por 5 que son los jugadores que participan en el juego de pista nos da un resultado del 10%, justamente el tiempo que tenemos la oportunidad de jugar con el balón, si restamos ese tiempo al juego total de ataque nos da un resultado del 40%, justamente el tiempo que tenemos para jugar en ataque sin balón, situación esta de vital importancia para la producción del juego de equipo. Un 40% frente a tan solo un 10%...el juego sin balón se convierte diríamos en un cúmulo de acciones fundamentales para el buen desarrollo de nuestro juego.
Esa misma reflexión la podemos trasladar al juego defensivo, exactamente lo mismo, 40% de defensa al hombre sin balón y sólo un 10% de defensa al hombre balón.
En general buscamos y le damos siempre protagonismo a los jugadores que hacen números, las estadísticas y valoraciones, aquellos jugadores que recogen rebotes, los que mejor y mas pasan, los buenos penetradores y dominadores del bote, buenos tiradores y grandes anotadores...
...no nos iria mal empezar a fijarnos mas también en aquellos jugadores que tienen la capacidad para leer el juego, tomar buenas decisiones y sobretodo que sepan jugar sin balón y no se dediquen exclusivamente a esperar que el balón les llegue para volver a pasarla, botar o como la mayoría, tirársela. Al igual que en defensa, aquellos jugadores que tienen la capacidad para defender con un buen posicionamiento, que saben moverse al "son" del balón y de lo que ocurre en el ataque del rival para de ese modo saber cuando deben ayudar, saltar, recuperar, reemplazar, anticiparse y conseguir que la defensa se convierta en una defensa colectiva de equipo y no la típica defensa individual que se refleja en el convencionalismo de que sólo defiendo cuando mi par tiene la bola.